Un caballo fue rescatado tras horas de agonía en el barrio La Olla. Estaba desnutrido y sus dueños lo apuñalaron y abandonaron. No es el primer hecho de este tipo, pero esta vez la respuesta fue inmediata.
Desde hace varios días, un hecho de extrema violencia contra un animal recorrió las redes sociales y despertó la solidaridad de decenas de personas en la ciudad. El viernes en la madrugada, un caballo de pocos años fue encontrado tirado, moribundo, en extremo grado de desnutrición y con una puñalada entre las costillas.
Las referentes del Movimiento Argentino de Protección Animal en Corrientes (Mapac), atendieron y dieron a conocer el caso en el que manifestaron su profunda preocupación por el creciente grado de agresividad que registran de parte de las personas que dicen ser propietarias de estos cuadrúpedos.
"Nos encontramos con esta clase de aberraciones todas las semanas, caballos a los que dejan morir de hambre y de cansancio, que están baleados, atropellados o acuchillados, como le pasó a este. Es algo que va en aumento y nos preocupa, por el grado de impunidad con que actúan estos verdaderos salvajes", indicó la presidente del Movimiento, Isabel Cocomarola.
"Madrugada de hoy 17/5 en el barrio La Olla: Caballito apuñalado, tirado desangrándose en medio de la nada. Luego de varias horas de asistencia y pidiendo ayuda para socorrerlo, pudieron trasladarlo a un lugar seguro para continuar asistiéndolo con suero y medicación. Una parte de su labor terminó a las 4.45 de la mañana pero el trabajo por salvar a este inocente continúa. Fuerzas Mapac. ¡Y fuerzas bebé, que a partir de ahora te espera una vida en libertad!", indicaba la publicación que fue rápidamente compartida.
AYUDA
El malestar por el gravísimo hecho se hizo sentir y en pocas horas, las voluntarias y un veterinario, junto con la ayuda de policías y bomberos, lograron trasladar al animal a un lugar seguro donde recibió la asistencia necesaria.
"Ahora está en el cuartel de Bomberos del barrio Madariaga, recibió muchas muestras de cariño de la gente que se contactó con nosotros y nos trajo comida y algunos insumos. Logramos que coma y por suerte ahora ya se puede parar y comienza a recuperar fuerzas. Estamos entusiasmados en que va a salir adelante", agregó Cocomarola.
Hace varias semanas, este medio reveló el creciente índice de agresividad contra esta clase de animales, especialmente en zona periféricas, donde son empleados para arrastrar los carros.
Lamentablemente, la voluntaria reconoció esta situación e hizo un llamado desesperado a la solidaridad de la gente, para que no duden en denunciar hechos de este tipo, y así se pueda dar con los responsables. "Si esas personas reciben el castigo que merecen, van a empezar a cambiar su actitud", destacó.
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