Por Héctor Juanz, Noticias de Veracruz - 10 septiembre, 2015
Solovino se salvó dos veces de morir sacrificado en la perrera municipal. Aunque sabe cruzar las calles porque espera la luz verde del semáforo, era alimentado y cuidado por varios vecinos, los maestros de la Técnica 3 decidieron que, a sus 12 años, ya era muy arriesgado dejarlo con su vida callejera, así que decidieron adoptarlo.