Rita es una perra que fue encontrada en las calles de Rumanía en un estado lamentable. Se le veían todos los huesos y viendo la foto de cuando fue encontrada cuesta creer que se pudiera recuperar por completo gracias a un buen samaritano que la ayudó.
Cuando un transeúnte encontró a Rita decidió llevarla rápidamente hasta el refugio Maoland, un centro en el que una madre y su hija cuidan de unos 400 perros con escasos recursos.
Con lágrimas entre los ojos, las dos mujeres de Maoland cogieron a Rita en sus brazos, pero tenían muy pocas esperanzas de poder salvarle la vida. Desgraciadamente, no tienen edificios, ni agua corriente, ni electricidad. Su “refugio” es simplemente una gran parcela de tierra cercada y algunas perreras improvisadas.