El Sargento Ross Gundlach prestó servicios como entrenador de perros en Afganistán, donde conoció a una hermosa labradora amarilla llamada Casey. Juntos, buscaron explosivos e incluso lograron desactivar a tres de ellos antes de que explotaran, salvando innumerables vidas.
En una de sus difíciles misiones durante su estadía en Afganistán, Ross le hizo a Casey una promesa: “Si salimos de esta con vida, yo te encontraré y te adoptaré.”
Hace unos dos meses atrás, Ross supo que Casey había terminado su entrenamiento militar y había sido enviada al departamento de bomberos de Iowa, para trabajar con ellos. Durante dos meses armó una presentación, con fotos y cartas, suplicando que le dejaran adoptar a la perra. Y entonces fue cuando sucedió algo realmente conmovedor.
El inspector de bomberos le dijo a Ross que podía asistir a una ceremonia, donde podría hablar con ellos acerca de esa posibilidad. Lo que Ross no sabía, es que con la ayuda de las donaciones locales de la Asociación Elk, ya habían pagado a Casey y ella sólo estaba esperándolo. Estas fotos muestran el resto de la historia, y el momento de su reencuentro.
ciudadviral.com, sfgate.com
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