La cuidadora denuncia que no recibe más la comida que le daba el municipio y que no puede seguir manteniéndolos. El Ejecutivo asegura que entrega el alimento balanceado - 26/03/2014Una fuerte polémica surgió en La Calera por la situación de un refugio para mascotas donde hoy viven 121 perros, tres de los cuales se encuentran en adopción. Había dos más, pero fallecieron el fin de semana. Meses atrás murió una perra Pitbull, presuntamente asesinada.
La cuidadora de los canes y encargada del refugio, Ana María Barranco Falcone, denuncia que desde el 5 de diciembre pasado dejó de recibir el alimento balanceado que le entregaba la Municipalidad a través de una mujer y que, a casi cuatro meses de esa situación, ya no puede seguir manteniéndolos.
Sin embargo, la intendenta de La Calera, María Esther Figueroa, aseguró que la comida sigue entregándose al refugio.
El albergue canino funciona en un predio de la Municipalidad –donado años atrás por el actual legislador provincial Juan Domingo Echepare–, ubicado en calle Las Cascadas s/n, barrio El Chorrito. Se trata del único lugar de La Calera destinado al cuidado de mascotas abandonadas.
Figueroa dice que a “la perrera” van a parar todos los perros callejeros, no sólo los capturados por el municipio, sino también los que encuentra cualquier vecino.
Antes, el refugio municipal funcionó en cercanías del cementerio local y era administrado por Patricia Torres. Esta mujer –hoy directiva de la oficina de Rentas del municipio– le ofreció a Barranco Falcone hacerse cargo del albergue de barrio El Chorrito, cuidar a los perros y, por comodato, vivir en una casa que está en ese lugar.
Barranco Falcone, voluntaria del Centro de Castraciones de la ciudad de Córdoba, aceptó y fue al refugio con su familia. Siempre cuidó perros con auténtica vocación y amor.
Solidaridad social
Hoy sin empleo, la mujer cuenta que alimenta a los perros “con la solidaridad de particulares y empleados de empresas que donan balanceado”. Dice también que compra remedios y vacunas con sus magros recursos, y a costa de no comprarles “zapatillas” a sus dos hijos.
Según la mujer, viven en el refugio perros que levanta personal del municipio y otros que la gente “abandona en bolsas”.
“Los perros se encuentran en buen estado de salud, salvo algunos que sufrieron mucho; varios fueron castrados, otros están viejitos y a otros hubo que aislarlos en caniles porque se agreden entre sí”, confió Barranco Falcone.
“La gran mayoría de los perros están sueltos dentro de un patio y de noche duermen bajo techo para que no pasen frío”, completó después.
La cuidadora teme que algún día cese la ayuda de la gente. “Trato de conseguir comida todos los días con donaciones, pero no sé cuánto va a durar la solidaridad social”, expresó.
Denuncias cruzadas
Patricia Torres dijo que la función de un refugio municipal es mejorar la salud de los perros y ofrecerlos en adopción.
Pero advirtió: “Barranco se niega a darlos, se los queda y dice que les pertenecen, no permite que nadie se acerque a ayudar en el refugio”.
Asimismo, Torres indicó que la cuidadora “sigue llevando perros al refugio y no hay más lugar”. Luego
añadió: “No hay una decisión de sacar a la mujer de su función, pero se espera que revea su actitud y comience a dar perros en adopción”.
Barranco Falcone replicó que entrega en adopción a los perros que están bien de salud y castrados. Además, la cuidadora cuestionó que “desde el 5 de diciembre no se envían más al refugio dos bolsas de alimento balanceado que llegaban los sábados, domingos y feriados”.
La intendenta Figueroa desvinculó a Torres de cualquier responsabilidad sobre el refugio. “Sigue en manos de Barranco Falcone, al menos hasta que una ONG se haga cargo”, deslizó.
Figueroa recordó que tiempo atrás Torres recogía con su vehículo el alimento del Paicor que sobraba en las escuelas públicas de La Calera y lo llevaba al refugio para perros. “A esto se le sumaban los alimentos que donaban particulares y el balanceado que entregaba el municipio dos veces por semana”, agregó la intendenta.
Breve historia
La “perrera”. Hace varios años, el refugio para perros de la Municipalidad de La Calera funcionaba cerca del cementerio local.
Cambio de lugar. Cuatro años atrás, el albergue canino fue trasladado a un predio de calle Las Cascadas, barrio El Chorrito.
Más de un centenar. Hoy, viven 121 perros en el refugio municipal de La Calera. Son cuidados por Ana María Barranco Falcone.
Cómo ayudar. Las donaciones de alimentos se reciben al (0351) 152-003441; o vía Facebook en anamariabarrancofalcone.
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