Curiosa e inédita intervención la que tuvieron que realizar los Bomberos de Marbella el pasado jueves, jornada festiva y tradicionalmente llena de subidas a la Cruz de Juanar. En la zona conocida como el Salto del Lobo se había deshidratado un perro de raza American Stanford, de 45 kilos de peso, que obligó a sus dueños a pedir ayuda. Hasta allí se desplazaron dos efectivos del cuerpo para rescatar al animal y evitar su muerte.
Al margen de actuar, siempre con la máxima efectividad, en los incendios que se registran tanto en el municipio como en zonas cercanas, o en accidentes de tráfico, también es habitual ver a los Bomberos de Marbella en labores solidarias como participar en operativos de búsqueda de personas.
Pero este jueves 1 de mayo, su intervención fue distinta y poco habitual. No era la primera vez que rescataban a algún animal en la naturaleza, pero sí la primera que salvaban a un perro.
Un grupo de media docena de senderistas había iniciado la subida a la Concha a primera hora de la mañana, bajo la niebla. Al abrir el día, el calor apretó. Llevaban consigo tres perros y uno de los animales se fatigó y acabó tumbado en el suelo, sin poder moverse, con visibles muestras de desidratación.
Sin agua ni posibilidad de reanimarlo, tuvieron que pedir ayuda a los servicios de emergencia. El animal, de raza American Stanford, pesaba 45 kilos y la zona en la que se encontraban, conocida como el Salto del Lobo, era escarpada y peligrosa.
A simple vista puede parecer un problema menor, pero lógicamente el dueño del animal se llevó un gran susto ya que solo tenía dos opciones, dejar allí el animal, con lo cual habría muerto, o avisar para que lo rescataran.
Su llamada terminó finalmente en el Cuerpo de Bomberos, que desplegó un operativo formado por los dos miembros que estaban de guardia, Jesús Gasset y Alfonso Vidorreta, que acudieron al rescate del animal.
"Nos indicaron por guasap la posición, estaban a medio camino entre la Cruz de Juanar y la Concha, en una zona con acantilados, limítrofe entre Ojén e Istán", ha relatado a Marbella24horas Jesús Gasset.
Utilizaron un vehículo para acercarse lo más posible al punto de encuentro y después tuvieron que caminar aproximadamente una hora hasta que localizaron al animal. "Estaba bastante deshidratado, con la piel arrugada y la lengua morada, el dueño vio el cielo abierto al vernos llegar", señala.
Le dieron agua e intentaron reanimarlo, aunque fue imposible que se moviera. Por ello lo colocaron en una camilla de tijera y comenzaron el descenso. La zona más difícil la hicieron cargando ellos el animal, y en terreno más favorable tuvieron la ayuda de los senderistas. "El perro nos dijeron que pesaba 45 kilos, era bastante grande", señala.
El operativo duró 3 horas y 45 minutos. En la parte final, a medida que el perro se fue reanimando, todo fue más rápido e incluso ya pudo caminar. Hubo final feliz, tanto para el animal como para el dueño, que se llevó un gran susto.
"Hemos intervenido en rescates de otros animales, pero nunca perros en la naturaleza", señala Jesús Gasset, que recuerda una intervención también muy curiosa: "un día nos llamaron porque un perro había metido la cabeza en una barandilla y tuvimos que utilizar los métodos de excarcelación para sacarlo".
"Se suelen dar casos de todo tipo, nos llaman y nosotros siempre acudimos", concluyó este bombero, que junto a su compañero realizó el rescate en Juanar.
Recientemente, como publicó Marbella24horas, bomberos de Marbella acudieron de forma altruista al dispositivo de búsqueda de un niño en la Sierra de Cazorla.
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