Barcelona. (Redacción).- Un cocodrilo de agua salada de unos cuatro metros de largo sembró el pánico en una playa australiana este pasado fin de semana. Ocurrió en Cable Beach, en la ciudad turística de Broome (ubicada en la parte occidental de Australia). Se trata de uno de los sitios más atractivos para el turismo -atrae a miles de personas cada año en sus 22 kilómetros de arena blanca-.
Esta popular playa fue cerrada el sábado por la presencia de este cocodrilo macho que fue visto holgazaneando en sus inmediaciones durante todo el día, según relata el Daily Mail en su edición digital. Sharon Scoble, de Broome, explicó que estaba sorprendida por lo grande que era el reptil. "Era un niño grande, su cabeza era enorme".
El cocodrilo no mostró signos de agresividad, pero Sharon relata que el reptil parecía estar buscando gente en la playa. El domingo por la mañana, el cocodrilo ya no estaba por la zona. Un oficial de operaciones de Parques y Vida Silvestre, Dave Woods, dijo que creía que era el mismo cocodrilo que había sido avistado en distintos lugares en el mes de diciembre.
Ahora lo están buscando con el fin de trasladarlo al parque de cocodrilos Malcolm Douglas, situado a 16 kilómetros al este de Broome. Este avistamiento ha ocurrido después de la desaparición de un niño de 12 años el mes pasado. El pequeño fue arrastrado por un cocodrilo de agua salada mientras nadaba con sus amigos en el Parque Nacional de Kakadu, en el norte del país.
En ese incidente, algunos testigos aseguraron que vieron cómo el cocodrilo se acercaba a un grupo de jóvenes y mordía a un adolescente de 15 años en el brazo. El reptil soltó al joven cuando éste se intentaba zafar de él. En su huida, sin embargo, el animal atrapó al pequeño de 12 años para, posteriormente, desaparecer en el fondo del mar.
fuente: lavanguardia
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