Cuando hallaron a Raphael, apenas pesaba 45 libras… era un milagro que estuviese vivo. Era de raza mestiza (vagamente similar a un perro crestado rodesiano), y era literalmente piel y huesos. Un perro de su tamaño debía pesar al menos el DOBLE de lo que él pesaba. El cachorro raquítico, afortunadamente fue encontrado por una persona que paseaba a su propia mascota y que al verlo en ese estado llamó a la sociedad protectora de animales. El pobre Raphael fue rescatado de inmediato, y lo trasladaron al refugio de animales Santa Fe. Cuando veas estas fotos, no podrás creer que el perrito haya podido sobrevivir.
Al principio, era un perro tan triste y esquelético que daban ganas de llorar.
Cuando lo pusieron sobre la balanza, apenas se movió la aguja.
Es difícil de creer que un animal en tan mal estado se haya convertido en este cachorro feliz. Tuvo que recuperar más del 100% de su propio peso para llegar a ser lo que es ahora. Pudo lograrlo gracias a las adorables personas que lo llevaron al refugio y a su familia adoptiva.
Si quieres colaborar con el refugio Santa Fe y ayudar a otros animalitos como Raphael, puedes visitar su sitio
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