Investigadores de la UNL estudian patrones de actividad de felinos sudamericanos con el fin de mejorar el bienestar de aquellos que se encuentran en cautiverio. Hasta el momento trabajaron con gatos domésticos y monteses, pero también lo harán con especies como el gato del pajonal, el jaguar, el yaguarundí, el margay, ocelotes, pumas y tigrinas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Según manifestó Raúl Cerutti, investigador de la FCV, donde estudian el tema desde 2013 y por el lapso de tres años, los lugares de cautiverio muchas veces pueden ser muy diferentes de los silvestres creando comportamientos estereotipados, por eso los estudios sobre los ritmos biológicos de la actividad pueden aportar conocimientos para mejorar el bienestar de los animales. Los investigadores parten de la premisa de que cuanto más se asemejen esos patrones a observaciones realizadas en animales silvestres de la misma especie, mayores serán las probabilidades de que se encuentren en estado saludable.
Para realizar el trabajo, el grupo encabezado por Cerutti acude a la Granja La Esmeralda, ubicada en la ciudad de
Santa Fe, que dispone de la mayoría de las razas de felinos a estudiar: “Nos basamos en la cronobiología, una disciplina que trata de la caracterización de la ritmicidad biológica, en este caso de la actividad-reposo de los felinos sudamericanos”, sintetizó.
Actividad-reposo
Según el veterinario, comenzaron el trabajo caracterizando los ritmos biológicos de gatos domésticos, una especie muy influenciada por el hombre y que les servirá como modelo, y gatos monteses que luego compararán con otros felinos sudamericanos disponibles en La Esmeralda o en zoológicos donde se encuentren las especies a estudiar.
En este sentido, destacó que, enmarcados en la cronobiología, estudian los aspectos de la actividad-reposo, los momentos en que los animales descansan o están en actividad, determinando si poseen hábitos diurnos o nocturnos. “El siguiente trabajo será llevado a cabo en 8 de las 10 especies de felinos sudamericanos, los cuales pertenecen a tres géneros taxonómicos diferentes: Panthera sp., Puma sp. y Leopardus sp., lo que hace que tengan una marcada diferencia en cuanto a sus hábitos de vida, ya sean diurnos o nocturnos, solitarios o gregarios, con hábitos maternos o no, entre otros aspectos. Las especies a estudiar están en la lista de animales en peligro de extinción, por lo que cada ejemplar cautivo es una invalorable fuente genética y de conocimientos”, aclaró.
Enriquecimiento ambiental
Cerutti contó que también estudian el enriquecimiento ambiental de los lugares de cautiverio, como darles juguetes o esconderles comida para que vuelvan a utilizar el instinto de búsqueda. Así pueden saber si un animal tiene conductas estereotipadas o vicios por estar en cautiverio, que pueden ser perjudiciales para su salud. De este modo, pueden regular su actividad-reposo y su ritmicidad hasta llegar a parámetros parecidos a los que tienen en la naturaleza, aunque también pueden saber si un animal puede ser nuevamente insertado en su hábitat. Son todas medidas para mejorar su bienestar.
“En un futuro cercano, la idea es hacer lo mismo en animales de las mismas especies, pero en condiciones naturales con la ayuda de dispositivos telemétricos”, finalizó Cerutti.
Fuente original: http://www.dicyt.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario