Las autoridades de agricultura de la isla estadounidense del Pacífico investigan cómo detener al persistente insecto proveniente de Guam
(CNN) — ¿Qué sería de Hawai sin sus palmeras?
Esa es una pregunta que la isla estadounidense espera no tener que responder, mientras intenta detener una invasión del escarabajo rinoceronte, un indeseado visitante que ya causó estragos en el territorio estadounidense de Guam.
Grande, hambriento y difícil de matar, el escarabajo rinoceronte escala hasta la cima de las palmeras, se come los brotes de coco, se bebe la savia y deja expuesta la planta a enfermedades. Luego se reproduce en los montones de desperdicios. Los adultos pueden medir hasta cinco centímetros y vivir hasta tres meses.
“Este escarabajo es realmente duro y la mayoría de los pesticidas que son legales en Hawai no funcionan con él”, dijo Darcy Oishi, el funcionario estatal del Departamento de Agricultura de EU a cargo de contener la plaga.
Los primeros especímenes en Hawai aparecieron en un campo de golf en la base militar de Pearl Harbor, afuera de Honolulu, en diciembre pasado. Se han desplegado unas 500 trampas con feromonas como carnada a unos 500 metros a la redonda del lugar. Las autoridades han urgido al público a vigilar al insecto y retirar escombros que pudiera usar para anidar.
Otras alternativas se encuentran bajo consideración, incluida la propagación de un hongo o virus conocido porque ataca al insecto en su hábitat natural en regiones tropicales de Asia, dijo Oishi.
La fuente de la plaga en Oahu permanece desconocida hasta el momento. Se cree que llegó en una aeronave civil, debido a que el aeropuerto internacional de Honolulu se encuentra cruzando una carretera.
Hasta ahora los científicos han hallado una población relativamente pequeña, de varios miles de escarabajos. Una infestación descontrolada supondría riesgos económicos “tremendos” para el estado, dijo Oishi.
Actualmente, el cultivo de coco ha dejado de ser una prioridad para Hawai, pero esta especie “es superimportante como una planta ornamental”. Los lugareños aún comen la fruta, beben su jugo y usan las fibras de las palmeras para muchas prácticas culturales.
El entomólogo de la Universidad de Guam, Aubrey Moore, considera que en su isla la erradicación total de la plaga es “altamente improbable” en estos momentos luego de su crecimiento masivo.
“Podemos esperar la pérdida de 50% de nuestras palmeras de coco cuando todo haya terminado, y eso es realmente triste”, dijo.
Pero a diferencia de Guam, Hawai tiene circunstancias más favorables para enfrentar al escarabajo, incluida una gran variedad de depredadores naturales.
Las aves, ratas y mangostas —estas últimas fueron introducidas a Hawaii en un intento del siglo 19 por controlar las ratas— ya atacan a los escarabajos, dijo Moore. Las hormigas y otras especies de escarabajos podrían también ayudar al comerse las larvas de los escarabajos.
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