Se alimentaba con ellos. Jugaba con ellos. Comía con ellos. Salía a cazar con ellos. Y pasaba todo el tiempo que tenía con ellos. En definitiva, era el líder de la manada. No se trata de uno de los animales más grandes del grupo, sino de un hombre. Esta es la historia Werner Freund, el hombre que crió durante varias décadas decenas de lobos salvajes y que murió en Alemania a los 80 años, de un paro cardíaco.
"Los lobos salvajes son raramente agresivos hacia la gente. Si hay ataques, la prensa consigue su historia de prime time justamente porque es muy difícil que suceda", había comentado en su momento, en una de las tantas entrevistas que realizó.
El lugar que dejó perfectamente armado para que otro siga con el trabajo, es el hogar de seis manadas de lobos que provienen de Europa, Siberia, Canadá, el Ártico y las regiones de Mongolia. Él criaba a los lobos de muy chiquitos, la mayoría provenientes de zoológicos que no los querían tener.
fuente: tn
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