Una tortuga llegó a una clínica veterinaria de Miami con tremenda indigestión y tras practicarle una radiografía, encontraron el motivo de sus dolores estomacales.
Y es que resulta que el animal se había tragado un colgante metálico en forma curiosamente de tortuga. El veterinario afirmó que es normal que este tipo de animales coman piedras y otros objetos, aunque admitió que nunca había visto algo así.
Al final, el doctor decidió no operar a la pobre tortuga y esperar a que digiera lo que se tragó.
Lo que no sabemos es el tiempo que una tortuga puede tardar en digerir ese objeto, aunque suponemos que no mucho, pues están acostumbradas a comer piedras, que quizás sean hasta más duras que el colgante.
A lo mejor la tortuga se sintió identificada al verse en forma de colgante y algo le dijo que tenía que comérselo, pero seguro habrá aprendido la lección y a partir de ahora será más cuidadosa con lo que se mete a la boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario