La semana que pasada fue la de mayor celebración de la complicidad entre animales y humanos según la tradición española. Según el santoral español, San Antón, celebrado el pasado viernes, es el día para bendecir las mascotas, para reconocer su papel crucial en la vida de muchos de sus dueños, su capacidad de transmitir sentimientos y enseñanzas.
Sin embargo, este San Antón, en la Bahía de Cádiz, tuvo pocos motivos de celebración para varios colectivos que velan por el respeto a los animales durante todo el año. Son las asociaciones AnimaNaturalis, Prodean Bahía de Cádiz y el Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma).
Representantes de todas ellas denuncian que se están produciendo «sacrificios masivos en las perreras» a las que ayuntamientos como el de la capital gaditana, entre otros de la comarca, han encargado la recogida y cuidado de los animales perdidos o abandonados. Sin embargo, estos perros podrían ser aniquilados, según afirman estas tres asociaciones.
Afirman que los sacrificios son especialmente frecuentes «en periodos de vacaciones, fiestas o puentes». Sus sospechas están basadas en «cientos de correos de diferentes colectivos de Alemania, Luxemburgo, Francia y Holanda» en los que se habla de estos sacrificios y se pide que se les ponga punto final.
Visita accidentada
Para comprobar si las denuncias de particulares y grupos proteccionistas internacionales eran ciertas, representantes de las tres asociaciones se presentaron en la perrera Gesser, en Jerez de la Frontera, encargada actualmente de la custodia de los animales de la comarca. «Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando el encargado de la perrera nos negó la entrada a las instalaciones, basándose en que le habíamos denunciado anteriormente y en que, al ser una empresa privada, no entrábamos porque no le daba la gana», detalla uno de los portavoces de la comitiva.
Al insistir en ver a los perros en peor estado (citan a una perra preñada y a otros heridos), el responsable de la perrera llamo a la Policía Local jerezana para que hiciera acto de presencia. Tras solicitar la hoja de reclamaciones y manifestar su queja por la prohibición a entrar en el recinto, sólo dos de los ecologistas personados en Gesser, escoltados por la Policía Local, pudieron entrar en las instalaciones.
Afirman que únicamente se les permitió ver a una perra preñada, sin posibilidad de acceder al resto de animales. A ese ejemplar consiguieron sacarlo y llevarlo a una clínica veterinaria.
Las tres asociaciones proteccionistas aseguran que han puesto en marcha denuncias administrativas que elevarán a los ayuntamientos que cuentan con los servicios de la perrera jerezana Gesser, entre los que se encuentran casi todos los de la Bahía de Cádiz.
Del mismo modo, aseguran que mostrarán su absoluto «rechazo» a situaciones como «ser escoltados por la Policía para poder entrar en la perrera», la ausencia de veterinarios en este recinto durante largas temporadas o la prohibición de poder visitar perreras cuyos servicios están concertados por administraciones públicas.
Como resultado de estas quejas, piden a los consistorios gaditanos implicados que respeten la normativa (artículo 27.3. de la Ley 11/2003) respecto al trato a los animales abandonados.
«Exigimos a los ayuntamientos, un cambio radical del modelo actual de recogida de animales abandonados donde son mero negocio para empresas privadas, y se apueste por invertir en educación, concienciación e información».
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