Por Corresponsalía
El fiscal de Cámara Jorge Medina pidió este lunes seis meses de prisión en suspenso para el carrero Claudio Herrera acusado de haber maltratado a una yegua preñada con la que tiraba un carro con arena.
Enrique Zabala, abogado de la Fundación Sin estribos, querellante en la causa, solicitó la misma pena que el representante del ministerio público.
En tanto, el defensor de Herrera, exigió la absolución y remarcó la condición social de su cliente, que tiene una hija discapacitada y otra enferma y tiene como único medio de vida el cirujeo y la venta de arena. “Sin estribos acusa a Herrera de sobreexigir a la yegua y no dice nada del polo, del turf, cuando acá se murió un caballo apenas cruzó el disco. Esta yegua tenía cólicos pero no se acreditó que estuviera mal alimentada o que hubieran tenido intención de maltratarla. Los animales de los cartoneros se alimentan, igual que ellos, de lo que consiguen de la recolección”, refirió José Sagarraga.
El 9 de diciembre se conocerá la sentencia del tribunal unipersonal integrado por Oscar Testa.
El caso
El caso de Herrera es polémico porque el primer fiscal que intervino, Julio Rivero, lo sobreseyó por entender que el más débil era el carrero y no el caballo. Interpretó que debía considerarse que el hombre “vivía en un estado de necesidad, extrema pobreza y marginalidad que lo obligaba a utilizar el animal en tales condiciones”.
En su alegato, el abogado de Herrera, José Sagarraga, arremetió contra la fundación Sin Estribos. Cuestionó que “se preocupa por perseguir a los carreros, por el sector más vulnerable de la población, y no por otros maltratos como los derivados de turf, del polo, de las jineteadas o de los equinos faenados en frigoríficos”. “Está probado que con los carreros los caballos viven muchos más años que los del turf”, aseguró. “No hubo ninguna intención de Herrera de maltratar al animal, no está acreditado un exceso en el trabajo, no hay ninguna prueba de que el animal no estuviera en condiciones de trasladar un carro, había otro caballo que le ayudaba, hay un veterinario que dice que lo que padecía eran cólicos”, insistió Sagarraga.
En su momento, el fiscal Rivero interpretó que acusar a Herrera sería “criminalizar la pobreza”. El abogado de la querella denostó ese argumento: “el objetivo es rescatar al animal del maltrato y procurar que no retorne a quien puso en peligro su vida. Que se repete la obligación bioética que los seres humanos tenemos con los animales”, expresó Zabala.
Al momento de revocar el primer sobreseimiento, la Cámara destacó un examen veterinario que detectó que la yegua estaba mal alimentada. “La pobreza no justifica el maltrato”, enfatizó el tribunal.
La Cámara también impidió que se le devuelva la yegua al carrero por lo que el hombre estuvo varios meses sin trabajo y luego el municipio le facilitó una moto de carga (zootropo) con la que junta cartones pero no puede vender más arena.
fuente: lavoz.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario