El can recibió el impacto de un perdigón que le ha quedado alojado en el cráneo y le puede llevar a perder la visión de un ojo
LA VERDAD | MURCIA
Observó al perro que se acercaba a su finca y decidió marcar su terreno escopeta en mano. La Guardia Civil ha imputado a un vecino de Águilas que presuntamente malhirió a un can al dispararle con una escopeta de caza. El procesado en la 'Operación Danko', de 59 años, está acusado de un presunto delito de maltrato animal y podría ser castigado con una pena de un máximo de un año de cárcel. El can sufre algunas lesiones serias a consecuencias del disparo, dado que el perdigón le quedó alojado en el cráneo. Según explicó el cuerpo, podría llegar a perder la visión en un ojo.
El servicio de protección de la naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil recibió en noviembre la denuncia del dueño de este perro mestizo. Según explicaba, su can había sufrido heridas en un ojo al recibir el impacto de un perdigón que le quedó alojado en el cráneo. Los agentes iniciaron entonces una investigación para recabar indicios sobre la agresión. Sus pesquisas les permitieron conocer que los hechos se produjeron cuando el animal se aproximó a una finca del municipio, donde supuestamente fue agredido.
La información obtenida por la Benemérita determinó que las lesiones que presentaba el can eran compatibles con las efectuadas por el disparo de un arma de fuego. A raíz de la agresión, el animal ha resultado con lesiones por el impacto de un perdigón que, entre otros, le han provocado daños con posible pérdida de la visión en un ojo. El can fue atendido por medios veterinarios y se encuentra bajo la custodia de su propietario.El procesado, un vecino de Águilas de 59 años, se enfrenta a un máximo de un año de prisión
El instituto armado localizó e imputó al presunto autor de los hechos. Se trata de un varón, de 59 años, al que se le atribuye la presunta autoría de delito de maltrato animal. Éste se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales domésticos o amansados, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud. Es castigado con penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales
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