Publicado: 5 dic 2014Fuente: bodhispeak
Caminando por una de las playas de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, un grupo de turistas notó que algo se movía en el vientre de un tiburón que yacía muerto en la orilla. Uno de ellos sugirió que podría tratarse de una hembra embarazada y para comprobarlo le practicó una especie de cesárea. De ese modo, el hombre ayudó a nacer a tres pequeños escualos. Naturalmente, los tiburones comienzan a vivir de forma independiente inmediatamente después del nacimiento, por lo que no hay que preocuparse de que los pequeños huérfanos se hayan quedado solos.
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