La serpiente tenía 2 metros de largo. Yuyos y cañaverales colindan con el lugar que se está limpiando. |
Los ladridos insistentes de Duque llevaron a Hugo Toledo, su amo, hasta el lugar.
En medio de los yuyos y restos de basura algo se movió. Alcanzó a ver que era una víbora.
Afortunadamente reaccionó. “La toqué con un palo de caña hueco que tenía y, sin dudarlo, le di un machetazo en la cabeza. Y quedó quieta”, relató el hombre.
En ese instante, Hugo y su perro, estaban en plena limpieza y solos en el fondo de la casa de la calle Aniceto Latorre 1.758, de barrio 20 de Febrero.
Luego, grande fue la sorpresa. La serpiente, al parecer una boa, tenía 2 metros de largo.
Tras el momento tenso, el vecino tomó el hallazgo como una gran hazaña.
Hasta posó con el trofeo, pero repitió una y otra vez que la encontró gracias a Duque.
Pero más allá del humor, Toledo se quejó por la cantidad de cañaverales y yuyos que colindan con su fondo. Contó que el vecino, un tal Díaz, no tiene voluntad para limpiar su terreno.
“Ya le dije varias veces, pero no hay caso no quiere colaborar”, dijo.
El asunto es la cantidad de alimañas que generan estos focos, que durante el verano y con las intensas lluvias el peligro se potencia.
Fuente: El Tribuno
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