Gracias a los rápidos reflejos de estas dos personas que pescaban en el río, este bebé de alce podrá seguir viviendo unos cuantos años más.
Era un hermoso día de pesca en el río Big Hole, de Montana, cuando una pareja se encontró con un frágil bebé de alce que necesitaba desesperadamente ayuda.
Un alce hembra y su cría buscaban una forma de cruzar el río que desbordaba con agua de las últimas lluvias. La corriente era bastante fuerte, pero con una carrera rápida la mamá pudo cruzar el río. Al ver que su madre lo había logrado, el bebé también lo intentó… pero fue arrastrada por la corriente.
Cuando la cría comenzó a hundirse bajo el agua, la pareja de pescadores que navegaba en su bote remó a toda velocidad hacia él. Alcanzaron al bebé cuando este sólo sacaba su nariz fuera del agua. Rápidamente lo recogieron y lo pusieron a salvo en su bote. Asustado y tembloroso, el alce no opuso resistencia. Afortunadamente, pronto se reencontró con su madre… y pudo sobrevivir a una experiencia aterradora.
Así es como se ve una verdadera heroína.
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