Por María Belén Gutierrez Sieiro
Fede Sordo tiene 31 años y es el creador de un grupo en Facebook con más de 52 mil Me gusta. Va a unir La Quiaca con Usuahia en bicicleta, acompañado de su perro Barón y de su firme convicción de que no hay animales más importantes que otros y que todos tienen los mismos derechos
Cuando Federico Sordo ayudó a un perro que encontró en la calle hace tres años, nunca pensó que su vida iba a cambiar. Salió de su zona de confort, cuando trabajaba en una agencia de publicidad y era carnívoro, para convertirse en vegano y dedicarse de lleno a concientizar a la gente sobre que no existen especies más importantes que otras y que si se quiere hacer un cambio, lo único que se necesita es voluntad.
Pero no fue fácil. Durante un año y medio, paseó perros, trabajó por su propia cuenta y en tiempos en donde escaseaban los recursos, siempre encontró una mano para levantarse y continuar. "Hace un tiempo, le debía unos meses de alquiler al dueño del departamento donde vivo. Preocupado por lo que me iba a decir, me comuniqué con él y le dije que en breve me iban a pagar unos trabajos y que le iba a devolver la plata. ¿Y sabés qué me respondió? 'Quedate tranquilo, que yo sé que si me pasara a mí, vos me ayudarías igual'", contó.
Con más de 52 mil Me Gusta en Facebook, su grupo Cascote un perro macanudo, promueve la adopción responsable y aboga por los derechos de todos los animales. Pero desde hace algunos meses, una idea le rondaba en la cabeza. Ya no le alcanzaba solamente con comunicar a través de internet; quería llegar a cada vez más personas y fue entonces cuando juntó valor e impulsó "Un viaje de pelos", un proyecto con el que se propone recorrer de punta a punta el país.
"Vamos a ayudar a mejorar la comunicación de los proteccionistas independientes y las diferentes agrupaciones que se encuentran ayudando a los animales y en paralelo vamos a estar dando charlas para chicos de 13 años en adelante viendo qué es una idea, cómo se puede llevar adelante, qué recursos tienen al alcance", explicó.
Con una simple bicicleta y un carro en donde va a llevar a su perro, Barón, Federico va a recorrer los miles de kilómetros que separan La Quiaca de Ushuaia, en la ruta 40, y luego regresar a Buenos Aires con el mismo medio.
La travesía no solamente va a ser dura, sino que va a llevarle entre un año y un año y medio. Pero lejos de angustiarlo, lo llena de expectativa y ansiedad, especialmente por encontrarse con los niños de todo el país y poder debatir proyectos. "Lo que más me angustia es estar sin mis gatos, pero van a quedar al cuidado de mi hermana, así que me quedo tranquilo porque sé que están en buenas manos", sostuvo.
Cuidados necesarios
Como viaja con su mascota, o con su hermano, tal como a él le gusta llamarlo, fue preciso asesorarse sobre los cuidados que necesita para recorrer tantos kilómetros. "Ahora, lo estoy acostumbrando a tomar agua con el bebedero, porque va a tener uno en el carrito. Voy a llevar un botiquín para los dos y ya me estuve asesorando con los veterinarios sobre qué plantas son peligrosas y cuáles no y qué dieta seguir tanto para él como para mí", precisó.
Para juntar recursos, le ofreció canjes a varias empresas para que le ayuden a costearse el carrito cuyo valor ronda los 5 mil pesos. Pero como todavía ninguna compañía le dio su apoyo, un familiar se ofreció a hacérselo él.
Sin embargo, aún falta recaudar más dinero. Por eso, creó una página www.unviajedepelos.com para que la gente pueda ayudar en lo que pueda y así alcanzar los 50 mil pesos necesarios para realizar todo el itinerario.
"La gente puede elegir tres tipos de recompensas que hay. Una es un banderín, otra un cuaderno de viaje y postales, y después se pueden adherir a un débito automático por el monto que la persona elija y por medio de eso seguir financiando el viaje", explayó.
Desde otro lugar
Mientras tanto, la página de Cascote va a quedar a cargo de los otros cuatro integrantes del equipo quienes van ocuparse de seguir comunicando las novedades de los animales que se vayan rescatando y continuar generando nuevos proyectos.
"Igual, la idea es que se produzca una mutación en el grupo. No solamente quiero que se difunda a las mascotas perdidas y las rescatadas sino también darle a la gente las herramientas necesarias para que desde su lugar puedan ir activando sus propias ideas", afirmó.
"Este viaje es un proyecto que no es para mí, sino que es para todos. Es una idea que no la siento propia. Yo creo que las ideas están en el aire y que simplemente somos antenas que las vamos bajando y que si nos juntamos con diferentes personas que la van realizando es como se pueden llevar a cabo", resaltó. Su bandera es la lucha por los derechos de los animales y junto a ella y su hermano Barón va en busca de su quimera. "Todos nos enamoramos con un tema de Lennon. Pero si queremos un mundo más justo tenemos que empezar a pensar en que podemos estar bien sin molestar a nadie", concluyó.
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