Como si la tracción a sangre no estuviera prohibida por las leyes de tránsito, Corrientes ha empezado a experimentar una burda copia de las carreras de carros herederas de los juegos griegos y romanos en un denominado Hipódromo Santa Catalina ubicado en una de las salidas de la capital provincial, a la vista de todos y en abierta contradicción con las leyes contra el maltrato animal sancionadas o en discusión en la Legislatura.
Sábado, 09 de mayo de 2015
Maltrato animal
Abiertamente se publicitan estas carreras en diversos medios radiales, convocando a las competencias todos los domingos en el marco de una kermesse -en las que además habría apuestas-, en un presunto “hipódromo” ubicado en la zona del barrio Santa Catalina, por avenida Maipú, casi Ruta 12, al que con el nombre quiere confundirse con el Club Hípico del mismo nombre.
Una especie de diversión en un escenario sobre el que existen dudas respecto de su habilitación formal de parte de autoridades Municipales y para completar la infracción a diversas normas, se corre el rumor de que también se intercambian apuestas, sin el control de la institución oficial del juego en la provincia de Corrientes.
Los acceso y las salidas, tras el festival, representan un riesgo en sí mismo por la alta concentración de vehículos de tracción a sangre que circulan peligrosamente por la avenida Maipú y en algunos tramos de la Ruta Nacional 12, obviamente, sin ordenamiento del tránsito de parte de ninguna autoridad.
La nueva ley contra el maltrato animal, proyecto de los diputados, Ramón Simón (mandato cumplido) y Nora Nazar, que espera promulgación de parte del Poder Ejecutivo, establece que el animal debe estar libre de hambre y sed; libre de dolor, lesiones y enfermedades, previniéndolas o diagnosticándolas rápidamente; y haciendo uso del tratamiento adecuado”.
Hay que hacer notar que los carros utilizados, no son los que se utilizan en carreras que suelen ocupar espacios en canales deportivos de televisión, sino el que los ciudadanos de la capital observan habitualmente en las noches recorriendo diversos locales recopilando cartones.
Es suficiente ya el maltrato que sufren estos animales, que en estas condiciones representan una ayuda o sostén para una amplia franja de correntinos que no encuentra otra manera de ganarse la vida, como para que se le agregue a esto la “diversión” de hacerlos correr con una carga que no está preparada y para una actividad para la cual el animal tampoco está preparado.
corrienteshoy.com.ar
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