La mascota despertó a los padres de madrugada y estos lograron sacar a sus hijos, de 15 y 10 años, de la casa en llamas
«Si la perra no llega a entrar a la habitación como loca y nos saca de la cama, hoy no lo habíamos contado ni mis hijos ni mi marido ni yo», explicaba ayer por la tarde, aún nerviosa, Marta, cuya familia logró salir a tiempo de su casa en llamas de Zaratán la madrugada anterior gracias al oportuno aviso de Hada, su mascota. El fuego carbonizó el bajo en el que residen en la calle Guindalera, a la salida del pueblo por la carretera de Wamba.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las tres de la mañana. El matrimonio y sus hijos, de 15 y 10 años, dormían en sus habitaciones cuando el router de Internet, instalado en el salón de la vivienda del número 4 de la citada vía, se recalentó y acabó provocando un incendio que comenzó por un sofá pegado al aparato. Pero las llamas enseguida se propagaron por la estancia y el humo acabó inundando la casa.
Y la perra fue también rescatada
Solo Hada, la mascota de la familia, estaba alerta. «Entró en la habitación, se puso a patalear y a arañar la cama y me desperté», relata Marta, quien al principio pensó que se trataba de un robo: «Oía muchos ruidos fuera, como si hubiera explosiones, pero en cuanto vi que la luz no iba, desperté a mi marido y salimos al pasillo». Para entonces la casa estaba ya «llena de un intenso humo negro», recuerda la víctima, quien se dirigió junto a David, su esposo, a las habitaciones de sus dos hijos.
Los cuatro lograron salir a tiempo, pero la puerta se cerró a su paso y su mascota se quedó dentro. «Tuvimos que tirar la puerta a patadas para rescatarla», recuerda la pareja. Después avisaron al resto de vecinos del bloque e intentaron sofocar las llamas desde la calle con los extintores. Fue imposible. El fuego había carbonizado el salón cuando llegó la primera dotación de Bomberos.
Los efectivos del Servicio de Extinción sofocaron después «las llamas con agua y espuma hasta bien entrada la mañana». El humo terminó de afectar al resto de la casa. «Está todo para tirarlo, pero dentro de lo malo estamos todos bien gracias a Hada», reitera Marta antes de incidir en que los propios bomberos les dijeron que «si nos llegamos a despertar dos minutos después no habíamos podido salir de la casa».
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