Luego de varias semanas sin su mascota, Ignacio Etchechury viajó hasta la ciudad brasileña para el reencuentro con su mascota. El instante fue "muy emocionante", describió a El País Adam Burns (27), inglés que integra la travesía junto a David Bewick (32), Pete Johnston (30) y Ben Olsen (31), quien se sumó en Buenos Aires.
En las afueras del Beira Río -estadio donde se disputarán cuatro partidos de la Copa del Mundo- Ignacio divisó a lo lejos a "Negro". El perro, vestido con una remera de Inglaterra, avanzó hacia él y lo abrazó. Fueron dos minutos en los que Ethechury "lloró mucho", agregó David. "Fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida", expresó.
"No hay palabras para describirlo", narró el uruguayo sobre el momento del reencuentro. El joven agradeció a los cuatro ingleses que cuidaron del animal en este tiempo: "Está impecable. Quizás está mejor que en casa, con una energía increíble", indicó.
Si bien sabe que volverá en las próximas semanas a Uruguay, aún desconoce la fecha precisa en que lo hará. Lo que sí sabe es el medio de transporte que utilizará: una bicicleta con un carro, donde pondrá su mochila, otras pertenencias y colocará al perro.
Consultado a cómo lo hará pasar en la Aduana, comentó que lo intentará como si fuera "un perro de la calle". De todas formas, considera que la trascendencia que tomó la historia no le producirá mayor inconveniente con los aduaneros.
Los ingleses, en tanto, se mostraron felices de lo que les produjo el perro en su travesía. "Ha sido un gran compañero en lo que ha sido una muy exigente caminata mental y física de más de 100 días. Pero este ha sido un final perfecto: Jefferson volverá a casa con su familia amorosa en un país que nos encanta", aseveró Burns.
La odisea.
En marzo, los ingleses viajaron hasta la provincia de Mendoza, Argentina, con el objetivo de caminar a pie hasta Brasil y acompañar a su selección en el Mundial. Lo hicieron con carros de golf con la idea de no cargar mucho peso en sus mochilas. Desde entonces, transitaron por desiertos en Argentina, durmieron en estaciones de tren abandonadas, jugaron al fútbol con habitantes de distintos pueblos y, en tres oportunidades, fueron detenidos por la policía.
A las semanas, pasaron por Uruguay: recorrieron Colonia, en donde pasaron por Santa Ana. Allí coincidieron con Aldo, un uruguayo que les permitió pasar la noche y observar la semifinales de la Champions League en su casa. "A la mañana siguiente, tratamos de darle un poco de dinero pero él no lo aceptó", contó Burns.
Continuaron su viaje por toda la costa uruguaya hasta el balneario Solís. Allí se encontraron con "Negro", un labrador, quien se sumó al periplo de los fanáticos británicos.
"Cuando empezó a seguirnos, no olía muy bien, por lo que asumimos que era un perro callejero", contó Adam. A lo largo del viaje, numerosos perros los habían seguido aunque a los pocos kilómetros los abandonaban. Por eso, pensaban, que lo que buscaba "Negro"-o "Jefferson" como lo bautizaron- era "algo de compañía".
El viaje continuó. Pasaron por Punta del Este, José Ignacio, Punta del Diablo, entre otros balnearios uruguayos.
En Cabo Polonio, por ejemplo, no les permitieron ingresar al perro en la ciudad. "Nos las arreglamos para convencer al dueño del hostal donde residíamos a permitirle que se quede (…) Ha sido una aventura increíble", relató Burns.
En el ínterin, Etchechury, dueño del can, comenzó a preocuparse de que su mascota había desaparecido. Él estaba acostumbrado que abandonara por uno o dos días su casa, pero las jornadas pasaban y el animal no aparecía.
Finalmente, el uruguayo, que estudia agronomía, vio a su mascota en una entrevista de un canal de Maldonado. Luego, descubrió una foto en Facebook, red social en la que pudo contactar a los británicos gracias la página Walk to the World Cup (Caminando hacia la Copa del Mundo). Abordó un ómnibus en la Terminal de Tres Cruces, arribó a Yaguarón y desde allí continuó el camino hasta Porto Alegre, donde ayer se produjo el reencuentro.
"Creo que un poco lo descuidé, el perro me pasó la factura como diciéndome: `Si no me cuidás, me voy` (…) Esto es una enseñanza", reflexionó Ethechury.
Caridad.
Los ingleses se definieron como "acérrimos" hinchas de la selección inglesa. Por eso, decidieron viajar a Brasil para ver la Copa del Mundo.
Pero no fue el único motivo. Esta aventura tuvo otro cometido: cumplir con una obra de caridad para la fundación J de V Arts Care Trust, una organización que persigue los ideales de la escultora Josefina de Vasconcellos. La idea es construir un pozo de agua en una zona de la ciudad de Bahía, afectada por una de las sequías más graves de su historia, que causó la muerte de un millón de vacas, el fracaso de las cosechas de maíz y ha afectado la vida de hasta 10 millones de personas.
La forma de hacerlo es recolectar dinero con aportes de los lugareños con los que se van encontrando. Los ingleses se acercan a las personas y los invitan a donar en una página llamada Just Giving. Allí, se les permite aportar el monto que quieran. Negro (o Jefferson) "ha sido una inyección de moral" para los ingleses y para los propias personas dispuestas a ayudar a esta causa, aseguran.
"Cuando la gente va a donar dinero en nuestra página se les permite dejar un comentario. En el último mes la mayoría de los comentarios han sido acerca de este maravilloso animal", puntualizó Burns. Hasta el momento, lograron recibir 433 donaciones que totalizan 10.485 libras. La meta es 20.000.
"¡Otras diez libras por Jefferson!"; "Ayer me enteré de su historia y la meta final. Estaba aún más fascinada de ver que Jefferson/Negro se había sumado a su equipo. ¡Gracias por cuidarlo mientras permanecía con ustedes!"; "Chicos (y Jefferson), deben estar orgullosos de lo que han logrado", fueron algunos de los mensajes que publicaron quienes donaron.
La prensa inglesa se hizo eco del hecho
El diario británico The Guardian recogió la historia de los cuatro ingleses y del perro uruguayo con un artículo titulado: "¿Por qué estamos haciendo una caminata de 1.966 kilometros a Brasil para la final de la Copa del Mundo 2014?". El motivo de hacer esa cantidad de kilómetros se debe a que en 1966 Inglaterra fue el campeón del torneo.
La idea fue concebida en una noche en un bar. En su momento, consideraron que era una interrupción a sus carreras profesionales, pero era una oportunidad de ser parte de un proyecto "único" que, en un futuro, podría ser contado a sus nietos.
En el periplo, se encontraron con "Negro", un perro labrador de quien pensaron adoptarlo o realojarlo con habitantes de las zonas por donde psaban. Sin embargo, apareció el verdadero dueño reclamando a su mascota.
El diario inglés cuenta que el animal -a quien le colocaron una camiseta inglesa- se ganó "los corazones de los lugareños".
"A través de la generosidad de extraños y nuestro encuentro casual con Jefferson creemos que estamos en camino de alcanzar todas nuestras metas", afirmaron.
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