Por Libni Sanjurjo / lsanjurjo@primerahora.com03/20/2015
Isabella Rivera Gandulla contagió a sus padres con su deseo de cuidar a los animales, dando pie hoy a una campaña educativa simultánea en 23 escuelas de la Isla.
Isabella Rivera Gandulla tiene 7 años de edad, y a su edad ha logrado movilizar a protectores de animales de distintos pueblos de la Isla para que hoy, en una acción simultánea, eduquen a cientos de estudiantes de 23 escuelas sobre el trato correcto hacia los animales.
Allí, en cada plantel escolar, los niños y las niñas conocerán sobre el problema del maltrato y se comprometerán voluntariamente –mientras visten unas bandas con orejitas de canes– a protegerlos: “Desde este día, yo protegeré a los animales de Puerto Rico. No serán maltratados ni abusados…”, contó Isabella a Primerahora.com., acompañada por su perra Akasha, una doberman de tres años de edad.
Además, una escuela en Orlando, Florida, Apple Academy, participará de la iniciativa.
Isabella, ¿por qué decidiste que era importante educar a los niños en vez de a los adultos?
“Porque si educas a los niños, los niños se lo van a decir a los papás, y también, si educas a los niños, los niños, cuando sean grandes, van a educar a otros niños y así sigue”, cuenta con soltura.
ORIGEN DE UNA IDEA
Los padres de Isabella no son activistas a favor de la protección de animales, solo dueños de mascotas desde antes que la niña naciera, pero eso no será por mucho tiempo; ya que al apoyar la idea de su hija de educar sobre el maltrato, han tenido que moverse hacia “las trincheras”, comenta su madre, Isabel Gandulla.
La idea surgió luego de que el Instituto de Investigación y Desarrollo para Estudiantes Dotados, en Cayey –al que pertenece Isabella– informara a su matrícula que la organización “Roots and Shoots”, de Jane Goodall, estaba promoviendo en la isla que niños y niñas expresaran qué les molesta de su país y, al mismo tiempo, la forma de contribuir a solucionarlo.
Al ser informada por su madre, Isabella comentó que “veía muchos perritos y gatitos muertos en la calle y no me gustaba y yo dije: ‘Espérate, hay que hacer algo’. Y se lo conté a Papá y a Mamá y empezamos aquí este proyecto”.
Entonces, la familia acudió a organizaciones que velan por los derechos de los animales. Les preguntaron por sus necesidades, pensando que irían varios sábados a ayudar con la limpieza, pero descubrieron que una de las necesidades principales era crear conciencia sobre el maltrato y trato adecuado a las mascotas. “Si hay que educar”, les dijo la niña a sus padres durante un almuerzo, “¿por qué no vamos a las escuelas?”.
Y empezó el proyecto bajo el nombre Kids for Animals.
La iniciativa consistió en reclutar educadores en instituciones de la Isla y escuelas dispuestas a participar hoy de la jornada educativa, que coincide con la celebración #devioletaporellos, una iniciativa de la organización NAMA, siglas que significan no al maltrato de animales. “Ahora estamos en las trincheras y no creo que nos vayamos… yo creo que aquí nos quedamos”, asegura Isabel.
Isabel, ¿qué esperas de este esfuerzo originado por tu hija?
“Qué sea el principio del cambio en el país”, responde.
“MI VIDA DE PERRO CALLEJERO”
Adicional a los esfuerzos de hoy, Isabella creó la historia “Mi vida de perro callejero, la historia de Nieves”, sobre el maltrato de animales y basada en la venta de mascotas en la calle, acción prohibida por la Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales. La historia la convirtieron en un vídeo que se lanza hoy junto con la campaña.
Para Isabella, el proceso de planificación ha sido un poco “complicado”, pero se ha divertido, y ha logrado vencer sus miedos, ya que le ha tocado hablar en público del tema. “No pienso en eso (los nervios), hablo y ya”, cuenta.
Isabella, ¿qué consejo les darías a los niños que quieren cuidar a los animales?
“Si ven un animal en la calle o una persona vendiendo en la calle (animales), pueden llamar al Policía”.
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