Una historia que conmueve. Sus dueños abrieron una página en Facebook Y hace tres meses recorren el Conurbano y la Capital. El vehículo apareció pero la mascota, que iba atrás con el cinturón de seguridad, sigue perdida.
¿Dónde está Hachi? Esa es la pregunta que Analía Ruiz no deja de hacerse. Hace tres meses sufrió un asalto violento, los delincuentes se llevaron su auto y dentro de él, a su perro, un ovejero blanco de un año y medio. El automóvil apareció, pero no lo más importante, Hachi, a quien ella y su familia siguen buscando.
El 26 de mayo, Analía conducía su Renault Sandero 2010 por Caseros. Cerca de las 22.30 se detuvo para buscar a su hijo de 22 años, que se encontraba en la casa de un amigo. Cuando estaba por volver a arrancar, fueron sorprendidos por tres ladrones a cara descubierta –dos de ellos, armados–, que forcejearon con ella para hacerla bajar.
“Sólo les pedía que me dejaran sacar a Hachi, que iba atrás con el cinturón de seguridad, pero ellos no entendían, me decían que bajara mientras me apuntaban. Fue todo muy violento”, recuerda Analía. Después de hacerlos arrodillar y pegarle un culatazo al hijo, los delincuentes escaparon con el auto y el perro.
“Llamé al 911 y dije que si querían podíamos rastrearlos, porque tenía activado un sistema en el celular que sólo necesitaba Internet, pero me pusieron excusas y nunca lo hicieron”, cuenta la vecina.
Ante la poca respuesta que percibieron de parte de la Policía, comenzaron la búsqueda por su cuenta. Analía y su esposo recorrieron el barrio con la esperanza de ver a Hachi y desembocaron en la comisaría 4ª, de Villa Pineral. “Allí sí, sentimos que nos escucharon e hicieron todo de manera efectiva”, destaca la mujer.
A través del rastreador, los agentes de la 4ª lograron detectar que el auto se encontraba en un sector del Barrio Ejército de Los Andes. Pero cuando fueron a buscarlo ya no estaba allí. Finalmente apareció, el 10 de julio, sobre la calle José Pedro Varela, en el barrio porteño de Villa Devoto, cerca del límite con Sáenz Peña. Sin embargo aún falta lo más importante para los Ruiz, quienes continúan desesperados buscando a Hachi.
Muy lejos de quedarse de brazos cruzados, la familia abrió una página en Facebook (se llama “Buscamos desesperadamente a Hachi”) y publicó sus teléfonos. Tuvieron mucho éxito respecto de la colaboración de la gente para difundir la situación y avisar si ven algún perro que pudiera llegar a ser su mascota, aunque sin resultados positivos por ahora.
“Tiene ojos marrones; orejas largas y bien paradas con la punta rosada en el interior; el hocico negro; la lengua muy larga y fina; las rodillas marcadas, y la cola larga, ancha, peluda y sin rulo”, lo describe Analía. La búsqueda los ha llevado, a ella y su familia, a través de distintas localidades de todo el Conurbano y barrios de Capital. Y no piensan aflojar.
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