Odie estuvo a punto de morir, pero logró bajar más de 22 kilogramos y hoy disfruta su vida.
ESTADOS UNIDOS - La historia de Odie podría servir de inspiración para muchos. En 2012 el perro, de raza Dachshund pesaba 35 kilos, casi el triple de lo recomendado para su raza. Problemas respiratorios, para caminar, para moverse, hacían que el perro sea poco querido por sus dueños. Fue entonces cuando lo rescató una veterinaria estadounidense.
Pusieron a dieta al perro más gordo del mundo y en tan solo un año el perro logró perder 22 kilos y desde el segundo semestre de 2013 Obie tiene un saludable cuerpo de 11 kilos. Como consecuencia de la pérdida de peso, el canino debió ser sometido a una cirugía para cortarle la piel que le sobró luego de adelgazar.
Nora Diamond, la veterinaria que lo adopto y salvó, explicó que la obesidad del perro es fruto de una alimentación excesiva y falta de amor. Ella implementó una dieta rigurosa, un programa de ejercicios diarios, le consiguió dos 'hermanos' y se encargó de darle amor a Obie.
La mujer, graduada de Ciencias Animales en laUniversidad Estatal de Colorado, agregó que la obesidad afecta negativamente todos los sistemas del cuerpo de los animales. Desde que la historia se hizo pública, ella comparte a diario las rutinas de Odie en su página de
Facebook que ya tiene más de 300 mil seguidores.
El Intransigente
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