CIUDAD DE MÉX | 27 de Jul de 2014 - 7:22 AM | Por: AGENCIAS
Al final de su último show” en el poblado de Dzidzantún, Yucatán, el presentador del circo Harley tomó el micrófono y dio ante el público un discurso fuera de la rutina.
Acusó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a los reporteros locales de tener “envidia” y pretender manchar la imagen de su negocio, luego de que dos días antes se le decomisaran siete animales torturados, presuntamente comprados a traficantes, entre ellos un oso negro al que le habían mutilado setenta por ciento de la quijada.
De Profepa llamaron a Erika Ortigoza, directora de la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación en Pachuca, Hidalgo, que junto con un grupo de rescatistas viajó al zoológico Centenario de Yucatán donde el animal había sido auxiliado.
El pasado 18 de julio fue operado con éxito mediante la colocación dos injertos de titanio en el maxilar inferior. El caso se viralizó en Facebook y abona al debate de la prohibición de los circos con animales y los códigos necesarios para prevenir y castigar la tortura animal en México. Hoy el oso, que se llamaba Ballerina Nait, a pesar de ser macho, lleva un nuevo nombre: Invictus, en honor a su lucha por sobrevivir.
Se necesitaron 30 personas y casi un día de quirófano para operar a Invictus, dirigidos por el cirujano maxilo facial Ignacio Calleja Ahedo, y los médicos veterinarios Guillermo Díaz Díaz y Carlos Flores García.
Era un oso de circo típico, con tutú y holanes rosas, atado a una cadena de hierro. Bailaba cada noche con una agujeta sujetándole el hocico para que no mordiera a su capataz. Ya llevaba días, no se sabe cuántos, con una infección dental y, quizá por eso, en un mal momento del show, rompió la agujeta, abriendo las fauces y lanzando un bufido.
Su entonces dueño, José Luis Orozco Lara, drogó al animal y con unas pinzas mecánicas aprensó cartílago, hueso y piel para destrozarle, corte a corte, casi la totalidad de la mandíbula.
El oso despertó a las dos horas, y esa misma noche, mutilado, con la lengua amoratada, dio su siguiente espectáculo.
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