“Secuestro” es el nombre del animal, al que varios vecinos le daban de comer en 73 y 119. Se habría peleado con el perro del agresor, que ya recuperó la libertad
20 de Febrero de 2015 | 02:33 |
Una imagen conmovedora. Una chica se lamenta al enterarse de la muerte de “Secuestro”, el perro del barrio
“Secuestro” era el nombre del perro, que deambulaba por la cuadra de 73 entre 119 y 120. Así le habían puesto los chicos del barrio, aunque nadie sabe muy bien por qué.
Anteayer a la tarde, en circunstancias un tanto confusas, un vecino le dio varios golpes en el lomo y dos puñaladas salvajes.
Quienes lo cuidaban -varias familias- intentaron salvarlo, pero lamentablemente no lo lograron.
“Vino hace dos años, no sabemos de dónde”, comentaron los dueños de la casa donde “Secuestro” pasaba la noche.
Según mencionaron en ese lugar, apareció caminando por 120 y se quedó allí, porque lo alimentaron.
El perro, una mezcla entre Boxer y Pitbull de color marrón, dormía pegado a la reja de esa vivienda.
“Al principio no lo queríamos mucho, porque le ladraba a los autos, le chumbaba a las personas que pasaban. Era un perro grande, metía miedo”, describió otro vecino.
“Mis propios amigos no querían venir mucho a casa, porque “Secuestro estaba parado ahí cerca y te asustaba”, comentó.
A pesar de esa situación, de los ladridos y las dentelladas que tiraba, en la cuadra comenzaron a quererlo. Y, lentamente, se naturalizó en el día a día: pasó a ser parte de la vida cotidiana.
Demás está decir que la pérdida del animal causó dolor, pero mucho más por el cómo...y quizás en la ausencia de un por qué.
Fue el miércoles pasado, de tarde, entre las 4 y las 5.
Al parecer, “Secuestro” estaba ladrándole a un auto que acaba de pasar. Y mientras lo corría, un vecino conocido entró en escena.
En ese punto el relato se vuelve confuso: algunos frentistas señalaron que el perro, cuando se alejó de la casa corriendo, comenzó a pelearse con el perro de esa persona. Y el hombre quiso separarlos. Pero como no pudo, salió para su casa y volvió con un cuchillo de caza, al mejor estilo “Rambo”. Algunas versiones hablan de que habría sufrido una mordida en el rostro.
No se sabe si fueron dos o tres los “puntazos” que recibió “Secuestro”. Juzgando por las imágenes, habrían sido tres y muy violentas, con saña.
El animal quedó con un tajo que le abarcaba la mitad del vientre.
Quienes vieron al pobre animal chillando de dolor, afirmaron que “era una imagen espantosa, el pobre bicho iba con las tripas afuera, caminando”.
Los vecinos, cuando repararon en lo que había sucedido, llamaron a la Policía y señalaron al agresor.
Los efectivos, además de detenerlo, hicieron un último y desesperado intento por salvarle la vida.
Lo llevaron a un Hospital Veterinario, pero lamentablemente llegó sin signos vitales.
Ahora los chicos de la cuadra piensan enterrarlo en la rambla de 119 y 72, porque, dijeron conmovidos, “lo queríamos y lo extrañamos”.
El agresor, informaron fuentes policiales, fue imputado por Infracción a la Ley Sarmiento (Maltrato Animal), aunque después de casi 24 horas en una comisaría, cerca de las dos de la tarde de ayer, recuperó la libertad.
eldia.com
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