Al parecer, una pareja acudió a un restaurante de la zona de Bahía Gran, en Llucmajor, y pidió una linterna porque se les había caído el perro. Unas horas más tarde, dicha pareja abandonó al animal y se marcharon sin alertar a nadie.
Dos días después, un alemán vecino de la calle Cristóbal Colón de Bahía Gran informó a la Policía Local de Llucmajor que podía oír unos ladridos de un perro en el fondo del acantilado. En ese momento, se activaron los mecanismos de rescate y un socorrista con una embarcación trató de alcanzar al animal desde el mar, pero no pudo conseguirlo.
Tuvieron que ser los bomberos que con cuerdas se lanzaron a por el animal llegando hasta su posición haciendo rápel. Cuando los bomberos alcanzaron la posición del animal, el perro estaba muy nervioso y les quería morder. Tras permanecer unos 30 minutos con el animal y ganarse su confianza, el can fue introducido en una mochila y subió con el bombero.
Muchos vecinos se congregaron en la zona y cuando el bombero subió con el perro todo el mundo brindó un fuerte aplauso a los equipos de rescate y fueron muchas las personas que querían adoptar al animal. Un técnico del Ajuntament de Llucmajor comprobó que el animal tenía chip y ahora tratarán de localizar al dueño.
Los vecinos están indignados porque estos dueños abandonaron al animal y no avisaron a nadie. “No es justo que se lo entreguen. Son unos dueños de mierda y no se merecen tener a este animal”, gritaban algunos de los residentes.
La historia de este animal, por el momento, tiene un final feliz. El perro sobrevivió porque pesaba menos de un kilo y las ramas de los árboles amortiguaron la caída.
fotos: captura de video
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