En consecuencia los padres colocaron su iPhone debajo de un sofa para grabar a la niñera en lo que ellos esperaba era un abuso hacia el perro, sin embargo lo que escucharon fueron gritos e insultos hacia el pequeño y lo que parecieran ser bofetadas. Por ello, la niñera fue condenada a 3 años en prisión y jamas volverá a trabajar con niños.
fuente: dogingtonpost
fuente: dogingtonpost
)
No hay comentarios:
Publicar un comentario