La línea estaba a punto de fundirse, hasta que una mascota atrajo a multitudes y la convirtió en un paseo temático para toda la familia. ¡Te invitamos a conocerla!
El barrio de Kinokawa, en el sudeste de Japón, no tiene nada en particular. Su único y gran atractivo es una gata llamada Tama, que atrajo a multitudes y salvó a la estación de trenes Kishi de una ruina financiera.
Los visitantes llegan de todo el país para ver o sacarse una foto con esta mascota. Aunque ahora presume de un vestuario glamoroso (que incluye placa, sombrero y capa, al igual que el resto del personal), Tama era una gata callejera que el operario de la estación adoptó en 1999.
La historia de un éxito
Durante cuatro años, la estación de trenes tenía poco tráfico. Como resultado, Nankai Electric Railway, que manejaba la ruta, cerró en 2004 debido a dificultades financieras.
Entonces, Wakayama Electric Railway asumió la operación de la línea. Para revitalizar el lugar, en 2007 designó a Tama para que fuera jefe de la estación. Pronto se hizo famosa. Aumentó la cantidad de visitantes que llegan solo para verla y, lo más importante, la línea del tren pudo continuar prestando el servicio para los residentes locales.
La estación actualmente tiene un café temático de Tama, así como una tienda de souvenirs con numerosos objetos con su figura. También invade los interiores y exteriores de los trenes: se la puede ver en asientos, techos y paredes. Hasta la mismísima estación tiene forma de gato.
clarin.com
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