JOHNNY AURAZO
A propósito del delfín varado: otros casos de maltrato animal
Un grupo de amantes de los animales, algunos de ellos con sus mascotas, realizó un plantón en la Plaza de Armas de Trujillo. La iniciativa ciudadana tenía como objetivo pedir al Congreso de la República que presente y apruebe una ley que penalice el maltrato a los animales.
La protesta se realizó tras las fotos difundidas por Yousign.org en donde se ve a una pareja, Judith Maribel Uriol Silva y Jonathan Ramos Torres, cargando y sentándose encima de un delfín. Ellos difundieron las fotos en sus cuentas de Facebook.
Lily Cerna Angulo, presidenta de la agrupación Defensoría de Animales de Trujillo, dijo que la manifestación era parte de un plantón desarrollado a nivel nacional. “Estamos pidiendo una ley que penalice el maltrato a los animales como un delito”, expresó la abogada.
Según Cerna, en la actualidad el maltrato de animales está sancionado como una falta. “Si se tipifica como delito, tendrán pena de cárcel los que torturan o matan a los animales”, añadió.
La presidenta de la Defensoría de Animales de Trujillo recordó el caso de ‘Globito’, un payaso que quemó una paloma viva durante el show que realizaba en una fiesta infantil en Trujillo. Pese a las averiguaciones que se hicieron, ‘Globito’ nunca fue identificado, lo que ha impedido que sea denunciado ante el Ministerio Público.
fuente: elcomercio.pe
SÁBADO 08 DE MARZO DEL 2014
Mujer que se fotografió con delfín varado pidió perdón
Judith Maribel Uriol Silva, la mujer que se fotografió junto a su enamorado cargando y sentándose encima de un delfín pidió disculpas al país.
En declaraciones al canal ATV, Uriol Silva se disculpó por lo que hizo junto a su pareja sentimental Jonathan Ramos Torres. “Cometí un error al publicar esto. Si en algo he ofendido a alguien, pido disculpas”, expresó.
La mujer narró que al delfín lo encontraron muerto en enero pasado en la playa San Pedro, en Chiclayo. “El animal estaba rígido, metido en el mar. Lo sacamos a la orilla y tomamos las fotos. Ese día había muchos delfines muertos en la playa”, dijo.
Agregó que era la primera vez que veía un delfín y que por ello quiso aprovechar para tomarse las fotos. “No lo hice con el afán de molestar o burlarme”, afirmó.
Por último dijo: “Me tratan de loca y enferma, pero no es así”.
Judith Uriol y Jonathan Ramos modificaron sus cuentas en Facebook debido a que cientos de personas les reclamaron e insultaron por haber colgado las fotos con el delfín.
Cabe precisar que la organización internacional Yousign.org viene recolectando firmas en su web para que ambos jóvenes sean castigados.
Yousign.org es un organismo que lucha contra el maltrato animal y la contaminación en el mundo. "No está claro si el delfín había muerto antes de llegar a la playa, o falleció después de ser utilizado como un juguete por estas personas inconscientes. No podemos entender por qué estos dos [jóvenes] no fueron capaces de alertar a las autoridades y en su lugar optaron por hacer daño a los pobres mamíferos marinos. Pedimos a la policía del Perú que investigue y procese a estos dos despiadados", anota el petitorio difundido en su web.
Indignación por jóvenes que se fotografiaron con delfín varado
Organismo internacional de protección animal y medioambiental viene reuniendo firmas para que los muchachos sean sancionados
La organización internacional Yousign.org publicó cuatro fotografías tomadas en la playa San Pedro en Chiclayo en las que aparecen dos jóvenes cargando y sentándose encima de un delfín que había varado.
Yousign.org, organismo que lucha contra el maltrato animal y la contaminación en el mundo, identificó a los dos jóvenes en Facebook como Judith Maribel Uriol Silva y Jonathan Ramos Torres. A la primera se le ve cargando y sentándose sobre el animal que aparentemente está muerto; mientras que el muchacho alza al cetáceo de la cola.
El organismo difundió las fotos el 4 de marzo pasado con el título: ‘Prosecute teenagers from Peru who used distressed dolphin as a toy!’ [Procesar a los adolescentes peruanos que utilizan a los delfines en dificultades como un juguete]. El autor del enlace de denuncia se identifica como el ciudadano estadounidense Richard Gibbs.
"No está claro si el delfín había muerto antes de llegar a la playa, o falleció después de ser utilizado como un juguete por estas personas inconscientes. No podemos entender por qué estos dos [jóvenes] no fueron capaces de alertar a las autoridades y en su lugar optaron por hacer daño a los pobres mamíferos marinos. Pedimos a la policía del Perú que investigue y procese a estos dos despiadados", anota el petitorio difundido en su web por Yousign.org.
El organismo viene solicitando firmas en su página web para que ambos jóvenes sean sancionados. Hasta el momento ha reunido casi 21.000 registros, pero necesita 35.000 para que el pedido de sanción sea enviado de manera formal a las autoridades peruanas. En un acápite se lee que las lamentables fotos fueron enviadas al director general de la Policía Nacional del Perú, teniente general PNP Jorge Flores Goicochea.
En su sitio de Facebook, la joven indica que es natural de Jaén y que vive en Lima. El joven Ramos Torres sería su pareja sentimental.
Para firmar y lograr una sanción contra estos jóvenes haz clic aquí.
Cabe recordar que en febrero, dos jóvenes publicaron una foto acercándole el pico de una botella de cerveza a un delfín aparentemente muerto. La imagen fue difundida y condenada por la Organización Planeta Azul con sede en Paita, Piura
Martha Meier Miró Quesada
Editora central
Un delfín varado en la orilla del mar toca la sensibilidad de cualquiera. Sea que el animal esté muerto o agonizante, a nadie con el espíritu sano se le ocurriría tomarlo como si fuera un objeto para bromear, manipularlo y retratarse.
A nadie es mucho decir, porque a una tal Judith Uriol Silva y a su pareja Jonathan Ramos Torres les pareció jocoso usar como juguete a un pequeño delfín aparentemente muerto, sentarse encima de él, meterle una botella de cerveza por el hocico, tomar fotos de esa danza macabra y, sin remordimiento alguno, compartirlas con sus amigos por Facebook.
El asunto ha indignado a varios. El par muestra la frivolidad que carcome a buena parte de peruanos, que pasan por la vida bromeando y banalizándolo todo. De esa especie no esperemos la construcción de una patria mejor, sino todo lo contrario.
La frivolidad es un peligro real para vivir en libertad y en el respeto, que son la base de la democracia y el Estado de derecho. Sin propósito en la vida ni compromiso, con un vacío interior que trata de llenar con hiperactividad, el frívolo solo quiere pasarla bien aunque eso signifique caer en lo grotesco o lo inmoral, y ya no distingue el bien del mal. No tiene espacio ni disciplina para la reflexión ni profundidad para la alegría verdadera.
En el Día Internacional de la Mujer, la señorita Judith Maribel Uriol Silva grafica la despreciable frivolidad y crueldad de ciertas mujeres y, de paso, es la demostración de que el género no nos hace mejores ni peores, sino bastante iguales en lo malo.
En un país de aguerridas que se desloman trabajando para sacar a sus hijos adelante pese a la pobreza, Judith Maribel Uriol Silva solo quiere pasarla bien aunque eso signifique convertir la tragedia de un animal silvestre en recreo.
Nunca como en estos tiempos posmodernos, la frivolidad ha estado tan arraigada y ha contado con tantos defensores, al punto de decir que es un nuevo valor.
Hoy campean los jóvenes desideologizados, sin vida espiritual, aturdidos por las drogas, el alcohol y su exagerado ruido (risotadas, gritos, el volumen de sus aparatos de música).
Son los hijos de la ‘tele’, de la representación, son inauténticos y personajes antes que personas. Su actitud arriesga a la sociedad y la bestializa.
Se burlan de los valores, de la vida democrática, de las instituciones, de sus propias familias.
La ridícula parejita Uriol Silva y Ramos Torres ha tenido sus quince minutos de fama y, seguramente, sus espíritus distorsionados los llevan a gozar cuando oyen mencionar sus nombres o los ven impresos en los diarios, aunque se digan cosas horribles de ellos.
Un mañana mejor depende en gran medida de extirpar el pus de la frivolidad, de educar a las nuevas generaciones en los valores, en el compromiso, en la capacidad de formarse un pensamiento propio, fuerte y contundente. No hacerlo es una condena en todos los ámbitos, especialmente el político.
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