Ahora también definen qué van a hacer con el policía que la baleó. Ocurrió en el barrio El Mirador. Sus vecinos en Centenario están asustados.
CENTENARIO (ACE).- Los vecinos del barrio Mirador de Centenario llamaron ayer a la comisaría Quinta indignados porque un policía utilizó su arma reglamentaria para atacar a balazos una perrita que acababa de parir once cachorritos. El motivo habría sido que mordió a su mascota.
Los vecinos se mostraron alarmados por la actitud del agente, y recordaron que días atrás durante un partido de River salió a festejar al patio disparando al cielo.
"Usa el arma reglamentaria para hacer lío, es prepotente y estamos asustados. ¿Qué vamos a esperar, que una bala perdida nos mate a un hijo?", plantearon las mujeres que explicaban su alarma y la gravedad de la situación.
Según confirmó el vocero policial se trata de un agente que presta funciones en la zona de La Angostura y se encontraba en días de franco. Por los hechos descriptos por los vecinos le secuestraron el arma reglamentaria. También se levantaron varias vainas servidas de 9 mm y se dio actuación a la fiscalía de Delitos Genéricos.
Asuntos Internos de la jefatura policial estaría analizando su posible disponibilidad. Las vecinas dijeron que tiene entre 25 y 27 años y vive en el lugar hace dos semanas.
"No está nunca, hoy pasó lo que pasó porque dejó su cachorro afuera, a veces lo deja encerrado y grita toda la noche porque no lo alimenta. Hoy (por ayer) su perro se pasó a mi patio, la perrita mordió a su cachorrito y fue ahí que vino a buscarla, le puso una manta encima y le pegó cinco tiros", describió la vecina Laura. De los cinco tiros dos impactaron en el animal.
La perrita no murió, pero el policía lo sacó del lugar "de las patas" y lo tiró en un baldío que hay frente a las viviendas en construcción, en la calle San Pedro, en la zona de barda o tercera meseta.
"Le dije por qué no sacaba a la perra a otro lado con sus cachorritos, que no era necesario que hiciera eso. Pero nos dijo que no nos metiéramos. A uno le da miedo", aseguraron Julia y María Elena, vecinas que llamaron a la policía cuando escucharon las detonaciones.
Cuando los efectivos policiales llegaron al lugar la perrita aún estaba con vida, aunque con parte de la mandíbula destrozada. El personal de control canino de la municipalidad tomó intervención y se la llevó. Anoche aún agonizaba y el veterinario debía definir si había que sacrificarla o se podía salvar.
"Si él va a estar tirando todo el tiempo al aire y los chicos están jugando en la canchita ¿qué va a pasar si una bala perdida le da a un hijo?, ¿quién nos lo devuelve?" preguntaron los vecinos.
Ahora, estos mimos vecinos bautizaron a la perra baleada como "Milagros".
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