El robo de perros en la ciudad es una práctica que, de ser un hecho aislado, ha pasado a generalizarse más de lo que sería deseable.
Perros de todas las edades y raza desaparecen a menudo. Algunos tienen suerte, y son recuperados por sus propietarios, mientras que otros jamás vuelven a aparecer, y sus dueños deben vivir con la incertidumbre de qué les ha ocurrido a su mascota o si seguirá viva en alguna parte.
Pero ¿qué ocurre con esos perros robados y cual es su destino? Algunos de ellos son trasladados a Marruecos, donde son vendidos a cazadores marroquíes y empleados en la práctica de esa actividad. Eso es algo que conoce muy bien la Sociedad de Cazadores de Ceuta, que ha sido testigo de cómo algunos perros han aparecido en batidas de caza en el país vecino. “Hay veces en que desaparece el perro de un cazador. Al tiempo lo hemos visto en Marruecos y hemos avisado al dueño, y ha podido recuperarlo”, explica un cazador de nuestra ciudad.
Cuando no tienen la suerte de volver a sus hogares, estos perros son abandonados a su suerte, o bien entregados en cabilas de Marruecos, donde, en caso de sobrevivir, vuelven a participar en la nueva temporada de caza. Pero no parece que las condiciones que puedan tener en esas zonas sean las más adecuadas para la supervivencia del animal. “De estar cuidados, bien alimentados, con sus vacunas en regla y pasar a vivir en unas condiciones que no son las más adecuadas, es de esperar que el animal no sobreviva”.
Este cazador asegura que las personas que se dedican a la actividad cinegética “respetan la naturaleza y, por supuesto, a sus perros”, por lo que, insiste, “hay una preocupación por este tema, aunque por suerte no se han robado tantos perros en los últimos años”.
El robo de estos perros es más patente cuando se acerca la temporada de caza en octubre. La persona o personas que se dedican a estos robos conocen el tipo de animal que buscan en Marruecos, un perro ya adiestrado para cazar, pero a veces también pueden decantarse por otras razas, “algunas que tienen buena planta y que creen que puede servir para la cacería”.
Cuando localizan al animal en Marruecos, para el propietario comienza una verdadera odisea para recuperarlo. Numerosos papeleos y solicitudes en distintas entidades para recuperar al perro. “Cuesta mucho trabajo, pero si se insiste al final se recupera”.
S . V. CEUTA
El robo de perros en la ciudad es una práctica que, de ser un hecho aislado, ha pasado a generalizarse más de lo que sería deseable. Perros de todas las edades y raza desaparecen a menudo. Algunos tienen suerte, y son recuperados por sus propietarios, mientras que otros jamás vuelven a aparecer, y sus dueños deben vivir con la incertidumbre de qué les ha ocurrido a su mascota o si seguirá viva en alguna parte.
Pero ¿qué ocurre con esos perros robados y cual es su destino? Algunos de ellos son trasladados a Marruecos, donde son vendidos a cazadores marroquíes y empleados en la práctica de esa actividad. Eso es algo que conoce muy bien la Sociedad de Cazadores de Ceuta, que ha sido testigo de cómo algunos perros han aparecido en batidas de caza en el país vecino. “Hay veces en que desaparece el perro de un cazador. Al tiempo lo hemos visto en Marruecos y hemos avisado al dueño, y ha podido recuperarlo”, explica un cazador de nuestra ciudad.
Cuando no tienen la suerte de volver a sus hogares, estos perros son abandonados a su suerte, o bien entregados en cabilas de Marruecos, donde, en caso de sobrevivir, vuelven a participar en la nueva temporada de caza. Pero no parece que las condiciones que puedan tener en esas zonas sean las más adecuadas para la supervivencia del animal. “De estar cuidados, bien alimentados, con sus vacunas en regla y pasar a vivir en unas condiciones que no son las más adecuadas, es de esperar que el animal no sobreviva”.
Este cazador asegura que las personas que se dedican a la actividad cinegética “respetan la naturaleza y, por supuesto, a sus perros”, por lo que, insiste, “hay una preocupación por este tema, aunque por suerte no se han robado tantos perros en los últimos años”.
El robo de estos perros es más patente cuando se acerca la temporada de caza en octubre. La persona o personas que se dedican a estos robos conocen el tipo de animal que buscan en Marruecos, un perro ya adiestrado para cazar, pero a veces también pueden decantarse por otras razas, “algunas que tienen buena planta y que creen que puede servir para la cacería”.
Cuando localizan al animal en Marruecos, para el propietario comienza una verdadera odisea para recuperarlo. Numerosos papeleos y solicitudes en distintas entidades para recuperar al perro. “Cuesta mucho trabajo, pero si se insiste al final se recupera”.
El pase a Marruecos
Los controles fronterizos de los animales sólo se llevan a cabo en la entrada a España
Ante estos hechos cabe preguntarse por la facilidad con la que los ladrones de perros consiguen pasar al animal al país vecino. Los controles en la frontera sólo se realizan en la entrada a España, la Guardia Civil exige que el animal tenga toda la documentación en regla. La ausencia de ningún tipo de control al entrar al país vecino, por parte de las autoridades policiales marroquíes, ofrece vía libre para cruzar un perro y, posteriormente, venderlo a los cazadores de la zona.
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