Grande fue el asombro de los ciudadanos de la ciudad de Óbninsk al encontrar en una caja debajo de una escalera de un bloque de apartamentos al pequeño.
Sin embargo, la sorpresa fue aún mayor al observar que la gata que vivía en esa caja estaba cuidando al bebé, calentándolo para protegerlo del frío.
Fueron los fuertes maullidos del felino los que atrajeron la atención de los residentes del lugar. Cuando salieron para ver qué sucedía, encontraron a un bebé que se mantenía inesperadamente caliente en el frío invernal, según cuenta la mujer que lo descubrió.
"Ella [la gata] estuvo calentando al bebé con su pelaje durante varias horas y maullando para pedir ayuda", expresó la mujer a la agencia de vídeo Ruptly.
Cuando llegaron los médicos para buscar al niño, la gata no se movió de su lado. Incluso, cuando un trabajador de la ambulancia subió al coche con el bebé en los brazos, la gata continuo maullando penosamente.
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