Madrid 03/07/2011 - Las palomas urbanas son capaces de diferenciar a unas personas de otras y probablemente identifican rasgos faciales. Esta afirmación, que parece salida de una película de Hitchcock, es el resultado de un estudio presentado hoy en la Conferencia Anual de Biología Experimental que ha tenido lugar en Glasgow (Escocia).
Para el experimento, realizado en un céntrico parque de París, dos investigadores vestidos con batas de laboratorio de distintos colores, alimentaron a varios grupos de palomas salvajes. Uno de ellos permaneció impasible mientras las aves comían a su alrededor y el otro mantuvo una actitud agresiva hacia las aves. Esta prueba se volvió a repetir sin que ninguno de los científicos tratara de asustar a las palomas.
Este experimento, que se repitió varias veces, mostró cómo las palomas eran capaces de reconocer a los dos individuos, alejándose del que las había espantado incluso cuando este dejó de hacerlo. Los intercambios de batas tampoco despistaron a las palomas, que siguieron evitando al individuo hostil.
Los intercambios de batas tampoco despistaron a las palomas
"Teniendo en cuenta que los investigadores eran del mismo sexo y tenían una constitución similar", explica la investigadora de la Universidad de París Oeste Dalila Bovet, una de las autoras del estudio, "lo más probable es que las palomas hayan identificado a los individuos por sus rasgos faciales, en lugar de hacerlo a través de la ropa".
De cara al futuro, los investigadores tratarán de identificar si la habilidad de las palomas de diferenciar a los humanos tiene una base genética o si ha sido el resultado de un aprendizaje, debido al hecho de vivir durante tanto tiempo en entornos urbanos.
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