Marinna Rollins, de 23 años, ha sido arrestada por la policía en Fayetteville, Carolina del Norte, después de que se difundiera en redes sociales un vídeo en el que se ve cómo ata a su perro a un árbol y luego le dispara desde corta distancia repetidas veces.
Rollins es una veterana del ejército estadounidense. El perro, de su propiedad y de raza pitbull, respondía al nombre de Camboui 'Cam' y servía a Rollins como soporte emocional, después de que fuera diagnosticada de estrés post-traumático.
Su pareja, Jarren Heng de 25 años, que grabó todo entre risas y luego disparó al cadáver del animal, también ha sido detenido. Heng es un soldado relacionado con un comando de operaciones especiales, aunque no se ha revelado a qué unidad pertenece exáctamente. Heng fue arrestado el lunes y Rollins el martes.
Ambos aparentemente se resistieron a la detención. Inicialmente a Rollins se le impuso una fianza de 10.000 dólares y a Heng de 5.000, pero ambas cantidades se han visto incrementadas a 25.000 dólares para cada uno a petición de los fiscales. "Era un perro de terapia. Se les escucha reírse mientras el perro está siendo asesinado", destacó el fiscal del distrito de Cumberland Clark Reaves el martes durante la primera comparecencia de la pareja ante el juez. Los hechos ocurrieron entre el 16 y el 17 de abril. Tras matar al perro se les puede ver bebiendo alcohol mientras le entierran. Rollins dice en un momento dado "Te quiero Cammy, eres mi cachorro, eres realmente un buen cachorro, pero....".
Un perro adoptado
Cam fue abandonado en un centro de protección animal con dos años de edad y el marido de Rollins adoptó al perro, que entonces se llamaba Huey.
El marido de Rollins está en el ejército y destinado en Corea del sur y ha asegurado que Rollins suplicó encargarse ella del perro, tras lo que le cambió de nombre y logró que fuera certificado como perro de terapia.
En abril la detenida habían empezado aparentemente a buscar desde Facebook un nuevo hogar para el perro según informa The Observer. El mismo 17 de abril Rollins escribió "Triste porque se haya tenido que ir, pero él estará mucho más feliz en el lugar al que se dirige". Heng respondió a ese mensaje: "Va a tener una estupenda nueva vida".
Posteriormente Marinna Rollins ha asegurado que les costaba 75 dólares semanales alimentarlo y que el perro estaba enfermo y sufriendo y que obró movida por la compasión. Al poco de difundirse el vídeo se creó una página en Facebook llamada Justice for Cam (Justicia para Cam), que muestra más imágenes e información y que solicita un castigo ejemplar para la pareja.
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