A diferencia de la mayoría de los encuentros entre seres humanos y ofidios, esta vez el animal no resultó muerto. “Después de descansar, tras una agotadora jornada de trabajo, y antes de tomar unos mates recorrí el patio con la vista y me encontré con una víbora enorme que se quería meter en la galería", relató el vecino de uno de los barrios basavilbasenses más populares.
Fuente: Entre Ríos Ya
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