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martes, 4 de marzo de 2014

DONDE LOS GALGUEROS VEN DINERO NOSOTROS VEMOS VIDAS.


Gracias Claudia Lencina !!!!!!
DONDE LOS GALGUEROS VEN DINERO NOSOTROS VEMOS VIDAS.

Respuesta de Claudia Lencina al organizador de carreras de galgos en Villa María, Cordoba, Argentina, Mar­ce­lo Scar­po­ni quien dijo en una nota anterior "que los galgos no sufren estímulos para correr y que reciben vitaminas. Les pide a proteccionistas que hablen con conocimiento" Entonces, la protecconista CLAUDIA LENCINA le respondió con conocimiento de causa y mucho más!!!! 

✸ NOTA DEL GALGUERO MARCELO SCARPONI 
23 de Febrero 2014

✸ RESPUESTA DE WEEAC ARGENTINA, CLAUDIA LENCiNA
26 de Febrero 2014 

En contacto con EL DIARIO, Clau­dia Len­ci­na, ase­ve­ró que tie­ne prue­bas pa­ra afir­mar que los pe­rros su­fren mal­tra­to y ade­más con­si­de­ró que la Mu­ni­ci­pa­li­dad es cóm­pli­ce de es­ta si­tua­ción.

La res­pues­ta vi­no a con­se­cuen­cia de la en­tre­vis­ta pu­bli­ca­da en la edi­ción do­mi­ni­cal de es­te dia­rio, en la que Scar­po­ni ase­gu­ró que no exis­te mal­tra­to de gal­gos, en el mar­co de la sus­pen­sión de ese even­to por par­te de la co­mu­na des­de ha­ce cua­tro me­ses.

“Lo que sa­co en lim­pio de la no­ta es que al pa­re­cer los ac­tos ile­ga­les en es­ta ciu­dad se mo­ve­rían im­pu­ne­men­te. Por em­pe­zar se re­co­no­ce­ría que se rea­li­zan ca­rre­ras de gal­gos, lo aún más gra­ve es que se de­ja en cla­ro y se con­fir­ma la ver­sión de los pro­tec­cio­nis­tas que el mu­ni­ci­pio no sólo es­ta­ría al tan­to de las mis­mas si­no que las ha­bi­li­ta­ría y por en­de las ava­la”, de­cla­ró Len­ci­na, quien con­si­de­ró que es “la­men­ta­ble” que se ha­ya pu­bli­ca­do la po­si­ción de Scar­po­ni. No obs­tan­te, di­jo que la difusión fue útil “pa­ra que no só­lo se que­den con la ver­sión de quie­nes de­fen­de­mos la vi­da del ani­mal”. “Los po­li­cías que rea­li­zan adi­cio­na­les allí y al­gu­nos ve­te­ri­na­rios se­rían cóm­pli­ces de es­tos ac­tos ya que no los de­nun­cian”, aña­dió.

La pro­tec­cio­nis­ta di­jo que es­tá ase­so­ra­da y co­no­ce del mal­tra­to “real que hay en di­chas ca­rre­ras, ya que con­ta­mos con do­cu­men­ta­ción, tes­ti­gos, ca­sos de pe­rros res­ca­ta­dos, pe­rros ha­lla­dos muer­tos o en ca­mi­no a eso”. “Sin ir más le­jos, en el mis­mo CAM hay un gal­go mal­he­ri­do.

En al­gu­nos ca­sos se los es­ti­mu­la con dro­gas co­mo bron­co­di­la­ta­do­res, hor­mo­nas de cre­ci­mien­to, des­fa­ti­gan­tes co­mo ana­bó­li­cos, cóc­te­les con es­tric­ni­na sus­tan­cia pro­hi­bi­da por ley, Ar­se­nil com­pues­to de ar­sé­ni­co y quie­nes van más le­jos has­ta co­caí­na (ra­ti­fi­ca­do el uso de la mis­ma por el mé­di­co ve­te­ri­na­rio Cos­sia de Ro­sa­rio). Se los pi­ca­nea, los ha­cen en­tre­nar con es­fuer­zo (arras­trar go­mas o pe­so), se les exi­ge más allá de su ca­pa­ci­dad, mu­chas ve­ces cau­sán­do­le des­ga­rros y que­bra­du­ras”, de­nun­ció.

En es­te con­tex­to, su­bra­yó que “po­co tie­ne que ver si es­tán o no bien ali­men­ta­dos, una co­sa no qui­ta la otra, es co­mo que una per­so­na que ejer­ce vio­len­cia de gé­ne­ro se lo ab­suel­va por­que ali­men­ta­ba a su víc­ti­ma”. “Mu­chas ve­ces -con­ti­nuó- ha­blan de la car­ne pi­ca­da que le dan, pe­ro no de có­mo los me­nos pu­dien­tes los tie­nen con mo­qui­llo o pul­gas. Son mu­chos los ca­sos tam­bién de gal­gos aban­do­na­dos cuan­do ya no sir­ven pa­ra su ob­je­ti­vo, sin ir más le­jos ha­ce ca­si dos años uno fue en­con­tra­do por una pro­tec­cio­nis­ta a las afue­ras de la Es­tan­cia La Ne­gri­ta muer­to con sus pa­tas ata­das”.

En re­la­ción a un frag­men­to de la de­cla­ra­ción de Scar­po­ni, que di­jo que los gal­gue­ros quie­ren a sus pe­rros co­mo otro miem­bro más de sus fa­mi­lias, Len­ci­na di­jo sen­tir­se “ano­da­da”. “¿Ven­de a sus hi­jos o nie­tos pa­ra ga­nar di­ne­ro? ¿Po­ne a co­rrer a miem­bros de su fa­mi­lia con fi­nes de lu­cro?”, se pre­gun­tó.

“No se pue­de con­si­de­rar de­por­te cuan­do el ani­mal no par­ti­ci­pa de ma­ne­ra vo­lun­ta­ria, bien lo acla­ra la De­cla­ra­ción Uni­ver­sal de los De­re­chos del Ani­mal en su ar­tí­cu­lo 10, lo que ha­cen se lla­ma ex­plo­ta­ción, lu­cro pu­ro, ya que lo que im­por­ta son los pre­mios y las apues­tas, clan­des­ti­nas, que allí se rea­li­zan. 

El se­ñor só­lo es­cri­be (No­ta de la Re­dac­ción: fue una en­tre­vis­ta, no una car­ta) por­que se ve­ría afec­ta­do su bol­si­llo, po­co pue­de ha­blar de de­re­chos del ani­mal un hom­bre que la pu­bli­ci­ta­ría y ven­de­ría cual ob­je­to sin apre­cio”, ma­ni­fes­tó.

Por otra par­te, di­jo des­co­no­cer “co­mo pro­tec­cio­nis­ta que la co­mi­sión de la Pro­tec­to­ra de Ani­ma­les de la ciu­dad es­té en con­tra de las ca­rre­ras -al­go que apuntó Scar­po­ni-, en ca­so de exis­tir la car­ta que men­cio­na el se­ñor con el se­llo de la or­ga­ni­za­ción de­bo de­cir que una vez más des­de la Pro­tec­to­ra mues­tran po­si­cio­nes po­co cla­ras, ya que re­pre­sen­tan­tes de la co­mi­sión que es­ta­ba a car­go de la ONG has­ta ha­ce unas po­cas se­ma­nas fue­ron quie­nes fir­ma­ron el pro­yec­to de or­de­nan­za don­de re­gu­lan (no pro­hí­ben si­no que le­ga­li­zan) las ca­rre­ras de pe­rros en la ciu­dad, al igual que la Mu­ni­ci­pa­li­dad”.

“Una vez más las vi­das de ino­cen­tes se ven en­vuel­tas en tur­bios ne­go­cios, al pa­re­cer el di­ne­ro to­do lo pue­de y no de­ja­mos de es­cla­vi­zar a los ani­ma­les de la ciu­dad. Los gal­gue­ros ven di­ne­ro, los pro­tec­cio­nis­tas co­mo yo ve­mos vi­das y una vez más el mu­ni­ci­pio que­dó del la­do del co­mer­cio”, re­sal­tó y ad­vir­tió que “los ac­tos de cruel­dad y mal­tra­to es­tán pe­na­dos por la Ley 14.346 y tam­bién va en con­tra de la De­cla­ra­ción Uni­ver­sal de los De­re­chos del Ani­mal pro­mul­ga­da por la Unesco”.

Proyecto Galgo Argentina

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