Este hombre de 29-años de edad, empresario del acero, construyó un centro de rescate de animales en la ciudad de Changchun al noreste de China. Logró rescatar más de 2.000 perros callejeros que iban a ser masacrados en distintos mataderos para comercializar su carne en los mercados.
Wang gastó casi toda su fortuna en la construcción del refugio, en comida para perros, y en tratamientos veterinarios.
En declaraciones a los periodistas, Wang dijo que todo comenzó en 2012, cuando su perro se perdió: "lo busqué por todas partes, pero fue en vano”, probé suerte hasta en el matadero.’“Después de entrar a ese lugar no pude borrar de mi mente las escenas sangrientas, y me fue imposible no sentir compasión por los perros que estaban a punto de ser sacrificado”.
China es conocida para masacrar perros para vender su carne, y los perros callejeros son a menudo el primer objetivo. Casi 10.000 animales - incluyendo perros robados - son sacrificados cada año.
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