Ignorado por todos y tratado como un perro callejero. Este tierno canino muestra en su cara la infelicidad y la tristeza que siente por su propia vida, pero un día recibió un cojín y un plato de comida que mejoraron un poco su situación. Al cabo de unos días estos regalos desaparecieron y el perro quedó nuevamente solo, viviendo en una caja junto a la calle.
Estas personas que decidieron grabar su historia. Ganaron la confianza del animalito con unos deliciosos Biscuits. El perro como gesto de gratitud decide montarse al carro donde es llevado a su primer hogar. Allí recibe su primer baño, conoce a sus primeros amigos, entre ellos un lindo gato. Al final su rostro cambia y da su primera sonrisa. Dejó de ser un perro abandonado que nadie apreciaba.
Para hacer a cualquier perro feliz no se necesita demasiado y esta historia lo demuestra. Su vida cambió desde que lo sacaron de las calles y le brindaron amor, cuidado, comida y un lugar para dormir. Comparte su bella historia.
maxelperro.com
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