Desmienten acusación
31 oct. 2009 - Protectora de Villa María desmienten acusación
El Diario de Villa María (31/10/2009)
Fueron al albergue de perros para constatar el estado en que se encuentran los animales y, horas después, la Municipalidad los acusó de haber roto algunos cerramientos. "Hay un testigo de que eso no es cierto", dijeron indignados
Los integrantes de la comisión Directiva de la Sociedad Protectora de Animales “Domingo Faustino Sarmiento” vivieron ayer momentos de bronca e indignación cuando en primera instancia constataron que los perros alojados en el albergue ubicado en el basural se encuentran en pésimas condiciones y horas después se enteraron que la Municipalidad informó que el próximo lunes presentará una denuncia penal en su contra por un supuesto delito que, resaltaron enfáticamente, jamás existió.
El presidente de la entidad, Mario Villarreal, acompañado por la secretaria, Lilián Valentín, concurrieron anoche a la Redacción de EL DIARIO para salir al cruce de la información difundida a media tarde por el municipio, según la cual los miembros de la Protectora habían procedido “a la rotura de los cerramientos y la apertura de los caniles permitiendo la liberación de los perros allí alojados”.
“Como consecuencia de ello -señaló la comuna en su habitual parte de prensa- los animales que se encontraban en el albergue, en su mayoría vagabundos y sin dueño se dispersaron por todo el sector, lo que requirió la pronta intervención del personal a cargo.”
Visiblemente molestos por el contenido de dicha información, Villarreal y Valentín no sólo desmintieron la versión oficial, sino que proporcionaron otros detalles para esclarecer cómo se sucedieron los hechos durante la visita que realizaron ayer por la mañana al albergue de perros.
“Fue la comisión casi completa”, aclararon los directivos de la Protectora, que desde hace mucho tiempo viene reclamando por la precaria situación en que se encuentra el albergue, sobre todo en materia de infraestructura y por la falta de personal.
“Pedimos que se cambiara la situación, pero en más de un año nunca obtuvimos respuesta”, señaló Villarreal, y agregó: “Queríamos verificar la situación actual, de estructura y de personal en base a lo que declaró (hace unos días, en EL DIARIO) el veterinario Federico Soria.
El titular de la Protectora añadió que “después de varios meses de intentar vanamente que nos dieran una autorización, la pedimos por escrito al ENRE, cosa que conseguimos el miércoles para el ingreso al predio; nos acompañó el jefe de planta, un señor de apellido Saldivar, quien estuvo con nosotros mientras verificábamos la situación del predio”.
“En ese momento le preguntamos por qué había tantos animales afuera del albergue, y él nos respondió que es un problema que lo ha reclamado en varias oportunidades, porque los animales se saltan los alambrados”, explicó Villarreal.
Ambos dirigentes comentaron que los caniles o refugios “en realidad son vulgares cuchas de 80 centímetros de altura, con chapas de zinc y ladrillos bloque”.
“En ese lugar los perros se refugian más del intenso calor arriba de las chapas, porque abajo están muchísimo peor... no hay ni un solo árbol que les permita guarecerse del sol”, graficaron Villarreal y Valentín.
En tanto, fuera del albergue, a unos 15 metros del alambrado perimetral y entre unos yuyos, los miembros de la Protectora encontraron cerca de una veintena de perros muertos. Les sacaron fotos y le mostraron la anormalidad al propio jefe de planta, según apuntaron.
Ante esta seguidilla de irregularidades, los visitantes decidieron llamar al veterinario Soria “para hacerle ver -argumentaron- que lo que denunciamos es real, que no hay personal, que los animales viven en pésimas condiciones y que se están muriendo calcinados”.
Mejor, pero peor
Tras la llegada del funcionario, le explicaron la situación y el panorama con el que se habían encontrado. Pero en vez de buscar una solución, se generó un nuevo problema...
“Al rato Soria habló por su celular y enseguida cayó un móvil del CAP con cuatro policías. Poco después llegó un fotógrafo y enseguida un vehículo particular del que se bajó una mujer que dijo ser escribana, aunque no se identificó, y que le tomó declaración a Soria, a Saldivar y a mí”, relató Villarreal.
Enterado de la acusación de la Municipalidad y de la denuncia penal que -anunciaron- piensan formular el lunes en Tribunales, el titular de la Sociedad Protectora de Animales reflexionó: “Es absurdo pensar que hubiésemos causado daños o algo por el estilo y después llamáramos al señor Soria... es evidente que alguien armó todo esto”.
Villarreal también señaló que cuando le pidió a la supuesta escribana que fuera a constatar que había 20 perros muertos, “ella no fue, se negó”, y dijo que “tampoco quiso ir hasta los caniles (para constatar su lamentable estado)... ni siquiera entró al albergue”.
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