No es un programa oficial. Pero estos carabineros de Colombia, policías dedicados habitualmente a tareas en zonas rurales, terminan su día de trabajo y, una vez por semana, salen a alimentar y cuidar de perros callejeros.
El teniente Andrey Pinzón Trujillo y su perro Beto, a quien adoptó de la calle y por el que comenzó con esta iniciativa de salir a atender a canes callejeros
"Estábamos haciendo una campaña de desparasitación de perros", hace más o menos un año, le contó a BBC Mundo Andrey Pinzón Trujillo. Era en una de la zonas más peligrosas de Bogotá, conocida como "el Bronx".
Beto tiene 2 o 3 años, calcula Pinzón Trujillo, "por los dientes". Justo estaba "pensando en comprar un perro de raza" cuando lo conoció y decidió adoptarlo. En el primer momento, el perro, que "estaba enfermo, desnutrido", se mostraba "muy nervioso, muy tímido", explicó.
Pero ahora Beto casi nunca se despega de su amo, que a veces teme que desarrolle hiperapego. La experiencia con Beto lo llevó a proponerle a un grupo de compañeros el salir a cuidar a otros perros de la calle una vez por semana.
Varios de sus compañeros aceptaron. Con su propia plata compran el alimento y los medicamentos que necesitan para cuidar a los animales, y el departamento de carabineros les presta un vehículo.
Al final del día, en general los jueves, cuando cae la noche, entre tres y cinco carabineros salen por diferentes zonas de Bogotá y sus alrededores a alimentar y brindar cuidados a estos animales.
Habitualmente salen por unas dos horas, pero a veces pueden pasar muchas más. Hay veces que comienzan la tarea a las ocho de la noche y no terminan hasta pasada la medianoche.
Beto, el perro del teniente Pinzón Trujillo, los acompaña siempre. En general está tranquilo entre los otros perros, así fue en la noche en que BBC Mundo acompañó a los policías. Aunque, dice Pinzón Trujillo, "el perrito viene de las duras calles, es macho y a veces choca con un macho alfa".
En esta salida recorrieron calles de Cajicá, un municipio cercano a Bogotá, una zona menos urbana, donde el campo empieza a preponderar.
Poco a poco, perros que deambulaban por ahí comenzaron a acercarse para recibir un poco de comida y alguna que otra caricia.
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