Esta es la historia de Mulán. Ella es una burrita que fue abandonada y amarrada a un árbol para que muriera ya que sus padres fueron víctimas de la industria de la carne, y como ella era muy pequeña y flaquita, no fue rentable. Cuando la encontramos ya estaba en muy malas condiciones, le resultaba difícil moverse y no quería comer.
Era evidente que se moriría ya que se negaba a consumir cualquier cosa, entonces se nos ocurrió que nuestros perros convivieran con ella buscando que se animara un poco y aceptara el biberón. ¡Y la reacción fue impresionante! Ellos no volvieron a dejarla sola en ningún momento, cuidándola, la limpiaban con su lengua y jugaban con ella como si fuera un cachorro más.
Por supuesto, después de todo esto, ahora Mulán ¡cree que es un perro! Hace todo lo que ellos hacen, come croquetas, juega, pasea e incluso se rasca como perro.
Las personas de la región están sorprendidas de este adorable burrito, vienen a verla y se sorprenden de cómo se comporta. A ella le encanta salir a pasear cuando vamos en la cuatrimoto, y cuando les silbamos a los perros es la primera en llegar corriendo.
Con esta historia, pretendemos cambiar un poco la percepción de que los burros sólo son animales para trabajar, que no sienten y deben ser maltratados y sacrificados. Ojalá tengan otra oportunidad para una vida menos sufrida ya que pueden demostrar que son cariñosos, leales e inteligentes.
upsocl.com
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