ARTURO CHECA | 06-10-2015
Nadie le dijo a Arco, Carla, Marta, Sandro, Bingo y Bella que la vida fuera a ser fácil. Pero a las seis bolitas de pelo, ojos juguetones y patas inquietas, nadie les advirtió tampoco de que apenas con unos días de vida iban a lidiar con la muerte. Y que sólo los desvelos (en horas, dinero y días de vacaciones empleados en el rescate) de un grupo de Ángeles iban a lograr sacarles adelante.
La historia que hoy cuento empieza hace un par de semanas en una tubería de Quart de Poblet. Junto a ella dio a luz una perra mestiza. Es la sospecha de Michel Nebón, un ya habitual de este blog y protagonista una vez más de una historia digna de contar. El caso es que los seis cachorros nacidos, apenas unos días después de nacer, por accidente o travesura, acabaron confinados en la tubería.
Los gemidos de Arco, Carla, Marta, Sandro, Bingo y Bella fueron su salvación. Atrapados, hambrientos y atemorizados, los seis cachorros llamaron la atención de los vecinos con sus llantos. Y entonces entraron en juego Michel Nebón y sus voluntarias. Él ya puso en marcha hace unas semanas la ong Michel Rescue Dogs, el alma de los rescates. Y allá que se se fueron todos ellos. Michelincluso echando mano del último de sus días de vacaciones en la empresa.
El último viernes de septiembre lograron sacar de la oscuridad de la tubería a Arco, Carla, Marta y Sandra. No sin dificultad accedieron a los cachorros. Pero quedaban dos más. Bella, atemorizada al separarse de sus hermanos, se metía cada vez más y más dentro de la trapa. Hasta cinco días estuvo allí atrapada la pequeña. “Mi temor era que en unos días anunciaban lluvias. Y me temía que el agua pudiera arrastrar al animal”.
Unos días después, allá se fueron Michel y sus voluntarios. Al lugar acudieron también Bomberos y Policía Local. La colaboración no fue demasiado fluida al principio y los funcionarios se quejaban de que ellos no estaban para eso. Humanidad, divino tesoro… Al final, la presión de Michel hizo que acudiera hasta una brigada de obras de Quart. Picaron la tubería y, con el ruído, Bella salió hasta quedar a salvo en una red de los rescatadores.
La guinda llegó con Bingo, el último de los hermanos. Después de rescatar a toda la familia, el cachorrillo salió por su propio pie de la tubería, y por las inmediaciones lo encontraron sus salvadores. Ahora sólo quedan sus padres, “y prometo que vamos a rescatarlos”, asegura Michel.
El futuro de los cachorros, que de momento tiene Michel en su casa (ya se ha gastado más de 100 euros en ellos, de su bolsillo y por puro amor a los animales), está ahora en manos de quienes quieran adoptarlos. Lo tramita la protectora de Picassent y cualquier interesado puede escribir a adopcionspasav@gmail.com. Y para donaciones, el Paypal de Michel. Para que milagros como los de Arco, Carla, Marta, Sandro, Bingo y Bella sigan siendo posibles.
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