El juzgado concede la tutela del perro a Anadel hasta que se produzca el juicio // La asociación denuncia la dejadez del ayuntamiento y de la Policía Local
El juzgado de instrucción número 2 de Pola de Laviana ha entregado a la asociación animalista Anadel la tutela del mastín que su dueño arrastró atado a un coche en El Entrego. El perro ya se encuentra en una clínica veterinaria de Llanes que colabora con la asociación, donde se recupera de sus heridas y está sometido a vigilancia. Aunque su estado no es grave, tiene destrozadas las almohadillas de las patas y esa es una lesión delicada, que cicatriza con dificultad. Anadel, además, ha abierto la vía penal. Ha presentado contra el propietario una denuncia por un caso de maltrato animal, un supuesto que queda tipificado en el artículo 3.3.7 del Código Penal y que recoge penas de cárcel de tres meses a un año.
El colectivo ha recibido algunos mensajes de personas interesándose por la custodia del mastín. El colectivo solo dispone de su tutela temporal, hasta que salga el juicio, así que no puede gestionar su adopción. Una vez que se recupere de las heridas, pasará de la clínica a la vivienda del veterinario.
LA RECOGIDA
El juzgado decidió el miércoles adoptar medidas cautelares en este caso que ha conmovido a los vecinos de El Entrego y que ha sacudido las redes sociales. La historia del hombre que arrastró por el centro de la calidad a su perro, atado con una cadena al coche, ha corrido como la pólvora. A petición de Anadel, los tribunales han optado por quitarle el perro a su dueño, de forma cautelar. Miembros de la asociación acudieron a recogerlo a la vivienda del hijo del propietario, que era la persona que se había hecho cargo del mastín.
La asociación lamenta la dejadez tanto del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio como de la Policía Local, por la cadena de errores cometidos en este caso. En primer lugar, denuncia que los agentes entregaron el perro después de haber sido maltratado cuando carecía del obligatorio chip de identificativo y deberían habérselo retirado a sus supuestos dueños. Después del suceso, la familia propietaria gestionó el chip a nombre del hombre que lo arrastró, pero lo dejó al cuidado del hijo. Según Anadel, el consistorio en ningún momento intervino para hacer cumplir la ley. Además, acusa a la Policía Local de poner trabas a la hora de recoger al ejemplar, pese a que ya disponía de la orden del juzgado. De hecho, voluntarios del colectivo animalista acudieron solos a hacerse cargo del animal. Posteriormente, cuando ya llevaba horas en la clínica veterinaria, recibieron la llamada de unos agentes interesándose por el caso.
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