Los animales desaparecieron después de que alguien desvalijara el coche del matrimonio cuando hicieron una parada en Albolote
ANTONIO MANSILLA | GRANADA - 7 julio 2014
La situación de incertidumbre y nerviosismo que vivía la familia sevillana formada por Carlos Luna y Silvia Martín acabó felizmente la noche del pasado sábado al recuperar a sus dos perras, Aya y Asia, que estaban en paradero desconocido desde que desaparecieron el pasado 22 de junio, cuando, camino de la capital hispalense, se detuvieron en Albolote a comer y alguien desvalijó su vehículo.
Carlos y Silvia recuperaron a Naya y Asia en la barriada granadina de Almanjáyar, al parecer, después de desembolsar la recompensa de mil euros que ofrecieron para quien pudiera aportar datos que permitieran localizar a los animales.
Se como sea, lo cierto es que la felicidad regresó a la casa de la familia y, este domingo, Carlos Luna viajaba de vuelta a Sevilla, donde le esperaba Silvia con sus hijo Izan de seis meses. Su alegría era patente.
Carlos indicó que la historia se había complicado en estos últimos días y que, gracias a unos contactos y gestiones, pudieron llegar hasta el lugar exacto en el que estaban Naya y Asia.
La peripecia de la familia Luna Martín comenzó el pasado domingo 22 de junio, cuando hicieron una parada en el área de servicio El Torreón, de Albolote, para comer algo. Regresaban de Almería, donde habían pasado unos días de vacaciones, con destino a su domicilio habitual en Sevilla.Sin equipaje
Cuando iban a reemprender el viaje tras almorzar, se encontraron con que su turismo tenía las puertas abiertas de «par en par», y les habían robado del interior todo el equipaje. Tampoco estaba sus dos perras. Desde entonces, las buscaban desesperadamente, ya que eran una parte más de la familia. Colgaron carteles con las fotos de los canes en Albolote, Maracena, Peligros y Granada, y una plataforma de personas les ha ayudado a rastrear todo el Área Metropolitana.
Sin embargo, ya a pesar de que había testimonios que las situaban en las urbanizaciones cercanas al lugar en que desaparecieron, nadie aportó pistas concretas.
Así las cosas, el día 4 de julio, IDEAL publicó que la pareja ofrecía una recompensa de mil euros y, a partir de ese momento, decenas personas se lanzaron a la búsqueda de los animales por los alrededores de Albolote.
Mientras tanto, Carlos Luna emprendía una serie de acciones y gestiones que le condujeron hasta un domicilio ubicado en la Zona Norte de la ciudad. Y, efectivamente, las perras estaban allí. Un final feliz.
ideal.es
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