Los restos quemados de una hembra de jaguar(Panthera onca), especie en peligro de extinción, fueron encontrados el pasado 28 de febrero en el rancho Cueva Blanca del municipio de Granados, en Sonora.
El hallazgo fue posible gracias a que la hembra portaba un collar GPS que transmitía señales a un satélite.
Ante ello, en entrevista para Noticias MVS, primera emisión, Oscar Moctezuma, director de Naturalia, aseguró que “las hembras son los ejemplares más valiosos, porque permiten la reproducción de la especie. Esta hembra la conocíamos desde hace 8 años, la estuvimos monitoreando. Portaba un collar transmisor satelital, que le puso el Instituto de Ecología de la UNAM, y ellos fueron los que nos informaron que apareció muerta en un rancho”.
“No sólo la mataron, quemaron sus restos para tratar de borrrar evidencia de este delito“, aseguró, por lo que ya presentaron las respectivas denuncias ante la Profepa y la PGR.
Y agregó que la cría “que tenía esta hembra seguramente murió”. “Estamos ante un delito ambiental... esto no tiene justificación”, sostuvo.
“Depende del desarrollo del caso, el culpable podría llegar a la cárcel. Lo importante es que esto no se deje impune. También tenemos que trabajar con el Congreso para que las penas por este tipo de delitos sean más rigurosas. Es necesario que así sea, para que lo piensen dos veces antes de hacerlo”, afirmó Moctezuma.
Previamente, en un comunicado, Naturalia apuntó que “aparentemente fue un caso de envenenamiento intencional y por lo tanto un grave delito ambiental que ameritaría penas severas”.
Una de las teorías es que algún ganadero de la zona pudo haber asesinado al jaguar. Se detalló que “cerca del sitio de la muerte de la hembra se encontraron los restos de un pecarí (Pecari tajacu), conocido localmente como cochi-jabalí que tenían señas de haber sido parcialmente devorados por la hembra”.
Naturalia indica que “alguien llegó directamente al sitio para quemar el cadáver, antes de que transcurrieran ocho horas de su muerte, nos hace suponer que la carne del cochi-jabalí pudo ser envenenada intencionalmente, sabiendo que la hembra regresaría a seguir comiéndolo y que moriría al hacerlo. De ser así, la misma persona que lo envenenó, o quien haya matado a esta jaguar por ese u otro medio, regresó a eliminar la evidencia de lo que constituye un delito federal”.
Escucha la entrevista completa con Oscar Moctezuma director de Naturalia A.C.
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