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viernes, 1 de mayo de 2015

Un Pit Bull adoptado enseñó a un niño con síndrome de Asperger a abrazar a su madre

Joey Granados (con camisa negra en la fotografía), fue diagnosticado con Síndrome de Asperger a los 7 años.
El síndrome de Asperger es un conjunto de problemas mentales y conductuales que forman parte de los trastornos del espectro autista. Como resultado de ello, Joey no soportaba el contacto físico leve, mucho menos muestras de afecto como besos o abrazos. Su madre, Amanda, pensaba que estaría toda su vida sin poder abrazar a su hijo.

Pero todo cambió con la llegada de alguien muy especial a la vida de Joey. Se llama Roxy y es una preciosa Pit Bull adoptada. Joey estaba tan contento de tener esta nueva amiga en su vida, que espontáneamente le dio a su madre un abrazo y un beso en la mejilla.Como podéis esperar, su madre quedó en estado de “shock”, pues era algo que Joey no había hecho nunca.
Según explica en una entrevista a today.com, “Durante todos estos años, el no me había dado la mano, no me había abrazado – era todo parte del autismo – pero este perro le ha dado la capacidad de mostrar afecto. Ahora, coge mi mano y me abraza. La primera vez que me besó en la mejilla fue cuando Roxy vino a casa”.

Aunque cada caso es diferente, si parece una opinión generalizada en que la interacción con los perros puede resultar beneficiosa en este tipo de trastornos. El ejemplo de Roxy es uno más de como aceptar a un animal en nuestras vidas puede mejorarlas de maneras que nunca habríamos imaginado.

Fuente: distractify.com

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