Paul Nicklen describe su experiencia más increíble como fotógrafo de National Geographic cuando se topo cara a cara con un leopardo marino de 500 kilogramos, el mayor depredador de los océanos australes.
La foca leopardo o leopardo marino (Hydrurga leptonyx) es una especie de mamífero pinnípedo de la familia de los fócidos. Vive en las aguas frías y las costas alrededor de la Antártida. Durante el verano caza entre la banquisa. En el invierno emigra a las islas subantárticas y ocasionalmente al sur de Australia, Sudáfrica, islas Cook y Suramérica.
Sus sentidos de la vista y el olfato están muy desarrollados, a lo que se aúna su forma hidrodinámica, para convertir esta especie en un depredador terrible. Sus dientes delanteros son agudos, los caninos son largos, los postcaninos presentan tres cúspides afiladas.
Además de krill consumen calamares, peces, pajaros, huevos y carroña. También se alimentan de pinguinos y crias de otras focas en especial de las focas cangrejeras.
El fotógrafo se topó con un leopardo marino o foca leopardo que creía que el fotógrafo necesitaba ayuda y empezó a traerle pingüinos para que comiese. Al principio se los traía vivos y al ver que el fotógrafo no hacía nada empezó a descuartizarlos y a traerle piezas más pequeñas para que el fotógrafo comiese.
Si bien por un lado me sabe mal por los pobres pingüinos, ¨tenemos que pensar que fue otro animal que los mataba, para comer, para ayudar a otro ser, extravagante, pensando que estaba en apuros”.
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