Socios de la organización local reclamaron por elecciones y apuntaron contra la actual presidenta por la falta de asambleas, mientras juntan firmas para pedir su renuncia. Una realidad difícil en un espacio histórico
Dos voluntarios y socios activos de la Protectora de Animales Domingo Faustino Sarmiento adelantaron que hoy presentarán firmas para pedir la renuncia de la actual presidenta, Liliana Inamorato, a quien le exigen que convoque a asamblea “después de años de irregularidades” en la administración de esta Organización No Gubernamental de la ciudad.
Mara Miranda y Pablo Vera, quienes asisten en forma permanente a los animales del lugar, expresaron que no tienen nada personal con la actual titular de la Protectora, pero dicen que es hora de un cambio “para tranquilidad de los socios, que nos piden explicaciones que no podemos dar”.
Concretamente, apuntan a que existen irregularidades administrativas porque no se realizaron balances en tiempo y forma, como así tampoco se convocó a asamblea como corresponde. También indicaron que hubo problemas en cuanto al cobro de la cuota y que se le dejó de pagar a una empleada “que lleva cuatro años en negro”.
“Consideramos que la comisión ya quedó acéfala, por eso nos asesoramos con abogados y realizamos gestiones para empezar a ordenar la situación”, indicó Pablo, a quien un grupo de socios quiere impulsar como cabeza de un nuevo proyecto.
“Cuando empezamos a exigir por los balances de los últimos seis años, notamos que no se habían presentado. Después se presentaron todos juntos, aunque con datos erróneos y con la firma de una secretaria que, en su momento, había renunciado, no ante el ente regulador, sino ante la propia presidenta”, expresó el voluntario.
“Estas situaciones se fueron repitiendo y hemos llegado al límite de tener que pedir la renuncia de Liliana, quien está sola al frente de la Protectora, porque de la comisión de hace seis años prácticamente no quedó nadie”, añadió.
En ese sentido, los dos socios que estuvieron en la Redacción contaron que “la desesperación por tener que hacer seis balances juntos hizo que ella gastara mucho dinero de la Protectora. ¿Conclusión? Los animales comieron arroz y menudo que le fuimos llevando nosotros porque no había dinero para que se alimentaran”.
“Hay muchas falencias; Pablo tuvo que pagar dos intervenciones en veterinaria por 7 mil pesos cada una; debimos salir a hacer diferentes eventos para reunir dinero y, en muchos casos, Liliana nos tiraba en contra”, remarcó Miranda.
“Después a Norma (la empleada) la despidió por teléfono y hoy le estamos pagando de nuestro bolsillo”, añadieron.
Miranda indicó que ambos dudan “de la validez del balance” y sostuvo que “en todo este proceso lamentable, el perjudicado es el animal porque la gente empieza a dudar de todo”.
Mientras un grupo de socios está juntando firmas para exigir la renuncia de la presidenta, este medio se comunicó con ella para ofrecer su versión y tener, como corresponde, todas las voces.
No es la primera vez que la Protectora de animales tiene este tipo de problemas internos. Sucedió también con otras y otros responsables.
El espacio es el más viejo de la ciudad y pasó por muchas cosas, hasta por la matanza de 200 perros durante la década del 90.
Si bien la Protectora fue fundada hace décadas, fue en 1985 cuando logró la personería jurídica, convirtiéndose en una organización sin fines de lucro que tiene como único propósito, ayudar a los animales.
Hoy el lugar tiene más de 200 perros y dos gatos, según contaron Mara y Pablo, quienes ya relataron la problemática mediante un vídeo por las redes sociales.
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